Parece que este calor sofocante de hace unas semanas nos ha dado un respiro. incluso pareciera por los días que hemos tenido la semana pasada que volvíamos al otoño. Esos días lluviosos hicieron que me apeteciese más encender el horno y preparar un bizcocho más típico de una estación diferente al verano.
Me encantan las naranjas confitadas, solas o bañadas en chocolate negro, porque el chocolate con naranja no me diréis que no está riquísimo... También me gustan como parte integrante de la masa de los bizcochos, como los del tipo plum cake con trocitos de frutas caramelizadas.
Yo soy de las que se comen las naranjas escarchadas del roscón (sólo las naranjas) y también puedo decir que mi mermelada preferida es la de naranja amarga estilo inglés que tiene trocitos de cáscara de naranja.
Pero si además os digo que este bizcocho, que está preparado con azúcar moreno es jugosísimo y húmedo y que el aceite de oliva suave, con un 0,5º de acidez, le aporta un sabor magnífico. seguro que hace que se os empiece a hacer la boca agua.
Aproveché la ocasión para estrenar el molde "Squared Bundt" de Nordic Ware que gané en el concurso National Bundt Cake Day que organizaron Bea y Mara de "I Love Bundt Cakes" en colaboración con "Lecuine".
Este bizcocho no tiene relleno ni tampoco está almibarado pero es que no lo necesita. Es tan suave y esponjoso por si mismo que no necesita nada más. En todo caso a los chocolate adictos os invito a que lo bañéis con un ganache de chocolate negro, naranjas confitadas incluidas.
Y ya que habéis preparado las naranjas confitadas, y por si os sobran os recomiendo también este cheesecake de naranja con naranjas confitadas con horno (daos prisa que vuelve el calor) y que de verdad es cremoso a más no poder.
INGREDIENTES
Para el bizcocho
5 huevos tamaño "L"
300 gr. de azúcar moreno
150 ml. de zumo de naranja
Ralladura de 2 naranjas
150 gr. de aceite de oliva 0,5 (suave)
280 gr. de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
Para la naranja confitada
50 gr. de agua
50 gr. de zumo de naranja
200 gr. de azúcar
2 naranjas
Para el romero azucarado
Romero fresco
50 gr. de azúcar
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
Tamizamos la harina con la levadura. Reservamos.
Engrasamos un molde de bundt cake con mantequilla derretida. Yo lo hago con un pincel para asegurarme de que está bien engrasado.
En el vaso de la batidora de pie ponemos los huevos, el azúcar y la ralladura de naranja y batimos unos 10 minutos hasta que la mezcla esté esponjosa y blanquecina.
Bajamos la velocidad y añadimos el zumo de naranja y el aceite y seguimos batiendo hasta que los ingredientes se integren.
Agregamos la harina y la levadura tamizadas y mezclamos con una espátula hasta que estén bien combinadas.
Vertemos la masa en el molde, lo colocamos sobre un paño y damos un par de golpes secos contra la mesa para que la masa se distribuya bien por todos los rincones del molde.
Horneamos de 30 a 40 minutos o hasta que insertando un palito en el centro, éste salga limpio. Dejamos enfriar 10 minutos en el molde y desmoldamos sobre una rejilla y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Mientras se enfría, preparamos el romero azucarado. Ponemos el azúcar en un plato. Enjuagamos el romero, escurrimos el exceso de agua y rebozamos el romero en el azúcar. Dejamos secar sobre un papel absorbente.
Preparamos las naranjas confitadas poniendo el agua, el zumo de naranja con el azúcar en una sartén y añadiendo las naranjas cortadas en rodajas. Llevamos a ebullición y luego bajamos el fuego y dejamos que cuezan hasta que se evapore el agua y el zumo y se cree un almíbar espeso.
Colocamos el bundt cake en una fuente o cake stand. Le decoramos con la naranja confitada y el romero azucarado y le regamos con el almíbar de naranja.
Os recomiendo que utilicéis un aceite de oliva suave ya que el aceite de oliva virgen extra es demasiado fuerte y aporta un sabor dominante al bizcocho, demasiado intenso para mi gusto y que eclipsa el sabor de la ralladura de naranja.
El bizcocho es súper sencillo de elaborar y todo lo que tiene de fácil lo tiene de tierno y esponjoso. Vamos, que no hay excusa alguna para prepararlo, si no es ahora porque no os apetece encender el horno, no lo perdáis de vista y dejadlo para finales de verano. ¡No os vais a arrepentir!
Imagino que si sustituimos las naranjas por algún otro cítrico, el resultado posiblemente será igual de bueno. Habrá que probarlo ¿no?