Ingredientes:
120 g chocolate blanco
220 g azúcar
225 g mantequilla a temperatura ambiente
4 huevos grandes
240 buttermilk*
365 harina normal (poca fuerza)
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vainilla (en pasta o en esencia)
125 g arándanos + harina para enharinarlos
* Puede sustituirse por 230 g leche tibia con una cucharada de zumo de limón, dejándolo reposar un rato para que se corte.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar el molde untándolo con spray antiadherente o con mantequilla.
Fundir el chocolate blanco en el microondas a media potencia, en intervalos de 1 minuto removiendo cada vez.
Separar las yemas de las claras. Montar las claras hasta que formen picos suaves y reservar
Con el accesorio pala batir la mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla blanquecina y esponjosa.
A velocidad baja, ir añadiendo las yemas, una a una, esperando a que esté integrada antes de echar la siguiente.
Incorporar el chocolate blanco y la vainilla y mezclar.
En un recipiente aparte mezclar la harina con el bicarbonato y tamizar.
Añadir la harina a la masa alternándola con el buttermilk y terminando con harina.
Incorporar las claras montadas e integrarlas manualmente con una espátula con movimientos envolventes.
En un bol mezclar los arándanos con un poco de harina, retirar el sobrante de harina, echar los arándanos a la masa y mezclar manualmente con una espátula.
Verter la masa en el molde y hornear 50 - 60 minutos, hasta que al pinchar un palillo éste salga limpio.
Pasado el tiempo de horneado, sacar del horno y dejar enfriar 10 minutos dentro del molde y sobre una rejilla.
Pasados los 10 minutos darle unos golpecitos contra la encimera y unos meneos hacia delante y hacia atrás para que se despegue bien de las paredes, desmoldar poniéndolo boca abajo sobre la rejilla y dejar enfriar totalmente.
Trucos / consejos / comentarios:
Esta receta es del blog Baking with co y está basado en una receta de Food&Cook publicada en la revista Whole Kitchen.
Me llamó la atención por las preciosas fotos que vi en Pinterest y, aunque Julián y yo no somos muy fans de los bundts, decicimos probarlo. Y vaya acierto: nos ha encantado a los dos, tiene una textura y un sabor maravillosos, nos ha gustado tantísimo que en cuanto lo probamos decidimos hacer otro . Totalmente recomendable. ¡Síguenos en Twitter! https://twitter.com/Postreadiccion