Ingredientes para 4-6 personas:
Aceite de oliva "suave", 2 vasos
Agua de la cocción del bacalao, 2 vasos
Ajo, 6 dientes
Bacalao al natural, 400g
Colorante alimentario 1/2 cucharadita
Harina de trigo, 200g
Levadura, 1/2 sobre
Perejil picado, 1 cucharada sopera
Pimienta negra molida, 1/3 de cucharadita
Sal fina, 2 pizcas generosas más 1/2 cucharadita
Utensilios:
Bol amplio
Cacerola
Cuchara sopera, te servirá para medir el perejil picado,
Cucharilla de postre, te servirá para medir el colorante, la pimienta negra molida y la sal fina
Cuchillo de cocina afilado
Espumadera
Papel de cocina
Plato llano, 2
Sartén honda
Tabla de cortar
Vaso, te servirá para medir el agua
Elaboración:
Cuece las rodajas de bacalao en una cacerola con agua hirviendo y media cucharadita de sal fina durante 4 minutos, contando a partir de que el agua comience a hervir.
Transcurrido los 4 minutos, saca las rodajas de bacalao con la ayuda de una espumadera y resérvalas en un plato. Reserva el agua de la cocción.
Mientras tanto pela y pica muy finos los seis dientes de ajo.
Seguidamente mezcla la harina de trigo con el medio sobre de levadura.
A continuación agrega la media cucharadita de colorante alimentario y mézclalo usando una cuchara sopera.
Después retira todas las pieles y espinas del bacalao; desmenúzalo.
Añade ahora al bol, los dientes de ajo picaditos, la cucharada de perejil picado, el bacalao desmigado, las dos pizcas generosas de sal fina y unas vueltas de molinillo de pimienta negra.
Tras esto añade dos vasos de agua de la cocción del bacalao y mezcla bien con una cuchara sopera hasta obtener una masa cremosa.
Terminada la masa déjala reposar durante un mínimo de media hora, tapada con un paño limpio de cocina a temperatura ambiente.
Transcurrido el tiempo de reposo, vierte los dos vasos de aceite de oliva suave en una sartén honda y ponlo a calentar a temperatura media-alta, nº 8 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente pero sin que llegue a humear, coge cucharadas de masa y viértelas sobre el aceite. Deja que los buñuelos se frían hasta que estén dorados, dale vueltas con la espumadera hasta que estén dorados por todos lados.
Cuando estén dorados, retíralos del aceite con la ayuda de una espumadera y déjalos reposar sobre un plato llano cubiertos de papel de cocina, con esto conseguiremos eliminar el aceite sobrante y nos quedarán mucho más ligeros.
Se sirven calientes.
"Una hora de marcha mañanera por las Riveras del Guadaíra fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu".
Alcalá de Guadaíra, mi pueblo.