Es una receta típica del tiempo de cuaresma, aunque se consumen durante todo el año, ya que son muy ricos y fáciles de preparar.
Además, son perfectos para aquellos niños, a los que les cuesta comer pescado, ya que les resultarán mucho más apetecibles.
Ingredientes
200g de bacalao desalado y desmenuzado
1 huevo
1oog de harina
1 sobre de levadura
140ml de agua
1 diente ajo
Perejil picado
Aceite de girasol para freír los buñuelos
Preparación
Primero, pelaremos y picaremos el ajo y lo mezclaremos junto con el perejil picado y el bacalao desmenuzado, y dejaremos toda la mezcla reservada.
En un bol, batiremos el huevo y añadiremos la harina y la levadura, previamente tamizadas.
Batiremos todo bien e iremos añadiendo el agua poco a poco. Añadiremos el bacalao junto con el ajo y perejil, que teníamos reservado y batiremos bien, hasta que nos quede una masa cremosa.
Dejaremos la masa resultante reposar durante unos 30 minutos aproximadamente, cubierta por un paño. Si la dejáis durante más tiempo, mejor ya que os quedarán más esponjosos.
Pasado este tiempo, pondremos un sartén al fuego, con abundante aceite y cuando esté caliente, iremos añadiendo cucharadas de la masa. Este procedimiento lo iremos haciendo poco a poco, en pocas cantidades, para poder freírlos bien y que no se peguen, los unos con los otros.
Les daremos la vuelta conforme se vayan dorando y cuando estén, los retiraremos y los dejaremos en papel absorbente, para que vayan soltando el exceso de aceite.
Como veis es otra receta muy sencilla, además están deliciosos tanto fríos como calientes.
Nota: si veis que con la masa, saldrán muchos. Podéis freír ligeramente, algunos de ellos, y después, cuando estén fríos, congelarlos, para tenerlos preparados para otro día.
Así, en cualquier ocasión, solo tendréis que sacarlos del congelador y terminar de freírlos directamente.