Es un postre completo, tiene frío, dulce, la tibieza de la miel, el crocante de las nueces, el sabor y textura del coco rallado... Al que le guste el plátano, le encantará este postre. Exito asegurado para una cena o almuerzo, donde queramos lucirnos, un poco o mucho!
Se remata con un "golpe" de azúcar glas.
300 gramos de Harina
Medio sobre de levadura en polvo
Ralladura de limón (poco)
Una pizca de sal
2 cucharadas de Azúcar
4 gotas de agua de Azahar (en algunas Farmacias se encuentra)
Medio vaso de agua mineral (La necesaria para que quede la masa espesa, pero fluida)
2 claras (a punto de nieve)
1 Yema
Plátanos de Canarias Denominación de Origen España
(en su punto, ni muy maduros ni muy verdes, según tamaño y la cantidad que queramos preparar)
1 Naranja de zumo (para la maceración de los plátanos)
Para emplatar
Miel
50 gramos de Nueces
Helado de Coco
Se cortan los plátanos pequeños y se maceran en zumo de naranja. Con treinta minutos es suficiente.
Se hace la mezcla de la harina, con la yema de huevo, agua de azahar (4 gotas), agua mineral, azúcar, una pizca de sal y levadura en polvo. Se mezcla todo hasta que sea una pasta homogénea y sin grumos, se agregan las dos claras batidas a punto de nieve, y se deja reposar unos 45 minutos en el frigorífico.
Se fríen en aceite de oliva y se escurren sobre papel de cocina.
Se disuelve un poco la miel con agua, muy poca, solo dos cuharaditas y se agregan las nueces picadas.
Se emplatan dos o tres unidades con la miel por encima o poner primero la miel y los buñuelos encima (a gusto de cada uno) y una bolita de helado de coco a un lado. Se puede también espolvorear el coco rallado por encima con las nueces muy picadas.
Animo! Hay que preparar este postre que es una delicia.