Buñuelos de viento
Hoy traigo una receta típica de cuaresma y Semana Santa, los buñuelos de viento. Están hechos con lo que se conoce como pasta choux, una masa típica francesa con la que se preparan los famosos profiteroles. La diferencia está en que esos pasteles se hornean y los buñuelos de viento se fríen. Al freírse, estos se hinchan y quedan vacíos por dentro, por lo que son ideales para rellenar con cualquier crema.
También he visto recetas en las que se usa agua en lugar de leche, es una buena opción para aquellas que personas que son intolerantes a la lactosa, aunque de igual forma se puede utilizar leche sin lactosa. Como he dicho en otras ocasiones, en mis recetas suelo utilizar leche desnatada y sin lactosa.
Buñuelos de viento. Ingredientes
125 ml de leche
50 gr de mantequilla
75 gr de harina
2 huevos
1 cdta de esencia de vainilla
20 gr de azúcar
1 cta de polvo de hornear o levadura química
1 pizca de sal
un trocito de piel de limón
aceite para freírPara decorar
1 cdta de canela en polvo
50 gr de azúcar
Buñuelos de viento. Vídeo
Buñuelos de viento. Preparación
En un cazo agregamos la leche, la piel de limón y la mantequilla. Removemos y añadimos la esencia de vainilla y el azúcar, y dejamos que hierva. En un recipiente aparte mezclamos la harina con la levadura química y la pizca de sal.
Cuando comience a hervir volcamos la mezcla de harina en el cazo, si, toda de golpe!, y ahí empezamos a mezclar sin piedad con una paleta de madera hasta que se convierta en una masa que se separa de las paredes de la olla.
Retiramos del fuego y dejamos templar 5 minutos. Agregamos los huevos uno a uno. No añadimos el siguiente hasta haber incorporado completamente el primero. No debe quedar una masa más cremosa pero espesa. Se dice que el punto es el llamado de "corbata", es decir, que al levantar la paleta de madera se forma una cinta continua, como ves en el vídeo.
Si está demasiado espesa puedes añadir otro huevo o una cucharadita de leche y mezclar muy bien hasta integrar. En mi caso esto no ha hecho falta, pero depende del tamaño de los huevos y el tipo de harina que utilices.
Ponemos a calentar a fuego medio una buena cantidad de aceite suave, de girasol por ejemplo, en una sartén. Iremos añadiendo porciones pequeñas de masa ayudándonos de dos cucharillas de postre, pues se inflan y creen mucho durante la cocción. Se irán dando la vuelta ellos mismos, pero les puedes ayudar para que se doren igual por todos lados.
Una vez listos los retiramos de la sartén y llevamos a un plato donde habremos mezclado azúcar y canela en polvo al gusto. Los rebozamos y pasamos a otro bol con papel absorbente. Seguimos el proceso hasta terminar toda la masa.
Podemos comerlos así tal cual o rellenarlos con alguna crema. Lo más común es nata montada (crema de leche) o crema pastelera. Yo he rellenado algunos con nata (crema de leche) para que veas como quedan. Ya sólo falta disfrutar! Han sido muy fáciles de hacer, más rápido de lo que yo pensaba, así que los prepararé más seguido y te animo a que este año los hagas tú.
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Sabrina