¡¡Feliz Año Nuevo!!!
Espero que este 2014 os traiga muuuuchas cosas buenas!! Y por supuesto que cumpláis todos vuestros propósitos!! (ejem ejem... el gym no cuenta! :P)
Y para empezar bien este año... ¡cambiamos la receta del buttercream!! Y es mucho mucho mucho mucho mucho muuucho mejor!
Yo no soy muy amiga del buttercream...
Lo he ido aceptando con el tiempo... un poco...
Lo suficiente como para dar un bocadito y poder comprobar si estaba rico, súper rico o pfff... fuera. Pero nunca nos hemos llevado tan tan bien como para engullir un trozo de tarta y no acabar quitando parte de la cobertura.
Está feo que yo diga eso, lo sé, pero tanto azúcar en vena, así, de golpe... no acaba de ser lo mío.
En cambio no tengo ningún problema en rebañar y rechupetear el ganaché o el Cream Cheese Frosting!!
Por lo tanto el problema era la combinación de mantequilla infinita + azúcar infinito... así que he decidido acabar con ella para siempre!! (o eso creo...)
La primera de las "pruebas" ha sido ésta, sacándola del blog de Alma de Objetivo: Cupcake Perfecto y modificando algunas cosillas. Y oye... ¡está muuuucho mejor!!!
Queda mucho más suavita y ligera, con ella se puede decorar perfectamente, no es tan empalagosa como el buttercream... ¡y aguanta mucho más sin endurecerse al estilo piedra!! ¡Yuhuuuu!!!
BUTTERCREAM DE MIEL (para 8 - 10 cupcakes aprox.)
(receta modificada de Objetivo: Cupcake Perfecto)
Ingredientes:
- 4 yemas de huevo tamaño L
- 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 160 gr. de azúcar blanquilla (azúcar normal, vaya)
- 60 ml. de agua
- 2 cucharadas de miel
Calentamos el agua en el microondas sin que llegue a hervir (o baño maría si lo preferís). Añadimos una cuarta parte del azúcar y removemos hasta que se disuelva bien. Volvemos a añadir la misma cantidad (aprox.) y volvemos a remover hasta que vuelva a disolverse sin que queden restos.
Lo volvemos a repetir con los dos cuartos restantes y, en caso de que el agua se haya enfriado demasiado y nos cueste mucho disolver el azúcar, volveremos a introducirlo unos segundos en el microondas. Importante!! Con muchísimo cuidado y muy poco tiempo para que el azúcar no se caramelice! Una vez lo tengamos listo, reservamos.
Ponemos en un bol las yemas de huevo y las batimos durante unos 4 - 5 minutos hasta que aumenten su volumen, veréis que adquieren una textura más cremosa y el color ya no es ese amarillo anaranjado.
Incorporamos la mezcla de agua y azúcar (que ya no estará tan caliente) a las yemas batidas. Lo haremos por un lateral del bol, muy poquito a poco, para que se vaya incorporando lentamente.
Seguiremos batiendo la mezcla durante unos 5 - 10 minutos más, para que se enfríe por completo y no derrita la mantequilla al añadirla.
Una vez fría, añadiremos la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en dados. Una vez la hayamos agregado toda, seguiremos batiendo otros 5 minutos más para darle una mayor consistencia.
Finalmente, incorporamos la miel y batimos otro poco más para repartirla por toda la crema de manera uniforme.
Y fin!! Ya tenemos un buttercream muuuucho más ligerito y menos empalagoso!!! Y encima de un día para otro queda más duro... pero como si fuese un buttercream clásico recién hecho! (más o menos...)
Así que si normalmente te empalaga tanto azúcar... tienes que probar esta receta!!!
Y si ya te gusta el buttercream original... pruébala también!! :P Que está buenisisisisima!!!!
Y mañana sigo con la parte de la masa, que es una receta de "reaprovechamiento navideño" y encima de útil está espectacular!! (os lo dice una que hizo como 20 cupcakes en 3 hornadas en una semana y se los ventiló casi todos...)
Un besote grande y tod@s a sonreír que este año será mejor que el anterior!! :)
También puedes seguirme en...