Ya estamos sufriendo la primera de calor y todavía no estamos oficialmente en verano, así que empezamos a tener el dilema de si usar el horno es una buena opción o es hora de darle vacaciones. Por un lado es comodísimo, eso si, lo enciendes y sales pitando de la cocina como alma que lleva el diablo, pero por otro cuando vuelves te puede dar un síncope del calor que se ha acumulado por allí, y hay días que hay que pensárselo dos o tres veces.
Nos falta planificación, esa que solemos tener para navidades cuando cocinamos y congelamos todo lo que podemos, o por lo menos eso es lo que yo hago. Deberíamos pensar lo mismo hacia el mes de abril y de esta manera nos limitaríamos al repertorio de ensaladas y platos fríos que tanto se agradecen en verano sabiendo que tenemos una colección de platos más contundentes en el congelador. El próximo año lo hago porque para éste ya llego tarde, pero lo que si es verdad es que los calabacines de hoy los he congelado alguna vez y merece la pena porque se calientan en el micro una vez descongelados y quedan como recién hechos.
La elaboración es de las fáciles, pero fáciles de verdad porque los calabacines se ponen en crudo junto con el resto de ingredientes y al horno!
Vamos allá:
Ingredientes:
- 2 o 3 calabacines
- 2 latitas de atún en aceite (160gr.)
- 1 tazón de tomate frito
- queso rallado (yo mezcla de tres quesos)
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta negra
- orégano
- ajo en polvo
Elaboración:
*** Calienta el horno a 190º con aire***
1. Mezclar el tomate frito con el atún en aceite (escurrido) y una cucharada de orégano en polvo.
2. Engrasar una fuente apta para horno con un poquito de aceite de oliva.
3. Cortar los calabacines en rodajas de medio centímetro de grosor y colocarlos en la fuente en una primera capa. Sazonarlos con sal y ajo en polvo.
4. Encima de esta primera capa de calabacines repartimos la mezcla de tomate con atún.
5. Hacemos la segunda capa de calabacines que volvemos a sazonar con sal y ajo en polvo de nuevo.
6. Tapamos la fuente con papel de aluminio y la metemos en el horno que ya estará caliente durante 30-35 minutos hasta que veamos que los calabacines están prácticamente hechos. Si no estuvieran hechos se dejan un ratito más.
7. Sacamos la fuente del horno, quitamos el papel de aluminio y cubrimos con una buena capa de queso rallado (yo mezcla de tres quesos) y nuevamente orégano en polvo.
8. Volvemos a poner la fuente en el horno hasta que se gratine la superficie.
Te va a merecer la pena encender el horno, ya verás.
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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