2 calabacines grandes cortados por la mitad a lo largo
1/2 diente de ajo machacado
1 huevo grande batido
40 grs de queso parmesano rallado fino
40 grs de miga de pan desmenuzada (1 rebanada con corteza)
100 grs de tomate cherry cortados en cuartos
2 cucharaditas de ralladura de limón
1 cucharada de zumo de limón
4 cucharadas de hojas de orégano picadas finas, y unas pocas más para servir
35 grs de piñones ligeramente tostados
3 cucharadas de aceite de oliva
sal
Elaboración:
Precalentamos el horno a 230º con el ventilador en marcha
Usamos una cuchara de postre para vaciar los calabacines y darles forma de canoa, pero teniendo cuidado de no pasarnos. Lo ideal es dejar cerca de 1 cm de pulpa para que conserven la forma.
Pasamos la carne del calabacín a un colador y la prensamos para quitarle tanto líquido como sea posible. Lo pasamos a un recipiente mediano e incorporamos el ajo, el huevo, el parmesano, el pan desmenuzado y 1/4 de cucharadita de sal. Usamos las manos para estrujar los tomates cherry y los añadimos al bol. Mezclamos todos los ingredientes y reservamos.
En un cuenco aparte, mezclamos la ralladura de limón, el orégano y los piñones. Incorporamos la mitad de esta mezcla a la pulpa de calabacín y reservamos la otra mitad.
Ponemos los calabacines vaciados en una fuente refractaria con la parte cóncava hacia arriba. Los regamos con una cucharada de aceite y sazonamos con 1/8 de cucharadita de sal. Rellenamos los calabacines con la mezcla del paso anterior y los horneamos durante 15 minutos, hasta que el relleno haya cuajado y tomado color.
Mientras los calabacines están en el horno, añadimos el zumo de limón, las dos cucharadas restantes de aceite y 1/8 de cucharadita de sal a la mezcla de piñones y orégano sobrante. Cuando los calabacines se hayan templado un poco, vertemos este aliño por encima, espolvoreamos con las hojas de orégano y servimos.