Es una salsa que hoy va en honor a mi madre, pues es la que siempre hacía y hace para ciertas comidas, como estas, en las que se convierte todo en un manjar.
Para que no se pierdan estas tradiciones y se queden en nuestra cocina os la comparto con mucho gusto y como no, en honor y admiración a esta gran cocinera, que desde siempre le ha gustado tanto la cocina y alimentar a su familia con tanto esmero y cuidado, mi madre, Carmen.
Gracias ama por tus enseñanzas y por ser tan generosa en todo. Sabes que te quiero mucho y ,que gracias a Dios, hoy en día puedo seguir preguntándote tantas cosas... Ojalá te tuviera siempre a mi lado para seguir compartiendo tantas cosas juntas...
Ingredientes:
* Callos en pieza grande.
* Un puerro.
* Media cebolla grande.
* Cuatro o cinco dientes de ajo.
* Tres hojas de laurel.
* Sal.
* Aceite de oliva,
* Chorizo para freír en tacos pequeños.
* Jamón serrano en tacos pequeños para freír.
Para la: salsa vizcaína (pincha en sus letras).
Elaboración:
* Lo primero es lavar bien los callos quitándoles todas las impurezas que puedan tener. Les dejaremos en un recipiente cubiertos de agua con un buen chorretón de vinagre durante una o dos horas, dependiendo de la cantidad que usemos.
* Pasado éste tiempo les lavamos bien en el chorro del grifo, siempre con agua fría, y les partimos en trozos grandes para meter en la olla a presión o rápida.
* En la olla les cubrimos con agua y añadimos el puerro, bien lavado, partido por la mitad; la cebolla, los dientes de ajo, pelados; las hojas de laurel, también lavadas y la sal.
* Tapamos y dejamos cocer durante 30-35 minutos.
* Cuando estén hechos, sacamos y les troceamos en cachos pequeños. Reservamos.
* En una sartén con aceite de oliva freímos el chorizo y el jamón que añadiremos a la salsa junto a los callos dándoles un pequeño hervor a todo junto para que se mezclen bien todos los sabores e ingredientes.
¡Buen provecho!