CANELONES DE CARNE, CALABACÍN Y 4 QUESOS, una receta tradicional, con un relleno muy cremoso que es un verdadero manjar.
Los platos con pasta gustan a todo el mundo, ya sean niños o mayores, y podemos preparar infinidad de elaboraciones con este ingrediente. Existe gran variedad de tipos de pasta entre los que elegir, en este caso vamos a preparar unos canelones de carne, hortalizas y queso, con esta mezcla conseguimos una textura muy suave para nuestro relleno. La jugosidad del calabacín y la cremosidad del queso convierten a nuestro canelones en un bocado exquisito.
Este plato es muy sencillo y fácil de elaborar pero un poco laborioso, tenemos que rellenar y cerrar los canelones uno por uno y este proceso requiere un poco de tiempo, pero merece la pena invertir unos minutos en la preparación porque el resultado es extraordinario.
El tamaño de las hortalizas que utilizamos es de tipo mediano.
El tiempo de cocción de la pasta es muy variable, a un@s nos gusta más cocida y a otr@s “al dente”, lo haremos según nuestras preferencias.
Preparemos el relleno con un poco de antelación para dejar que se temple, en este tiempo de espera el queso liga el preparado y nos resulta más fácil cerrar los canelones.
INGREDIENTES (4 personas):
20 placas de canelones
400g de carne picada (mitad ternera, mitad cerdo)
1 calabacín
1 cebolla
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 tomate
100ml de coñac
2 dientes de ajo
4 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
250g de queso rallado (mezcla 4 quesos)
750ml de bechamel
sal
pimienta negra
orégano
1 hoja de laurel
PREPARACIÓN:
Después de lavar y pelar las hortalizas picarlas en cuadraditos pequeños.
Calentar el aceite y sofreír ajos, cebolla, pimientos y calabacín.
Agregar la carne y rehogar, junto con las verduras, 2 o 3 minutos.
Incorporar el tomate y el coñac, reducir.
Sazonar con sal, pimienta y orégano.
Cocinar, a fuego suave, 12/15 minutos.
Retirar del fuego y añadir 150g de queso rallado, remover para mezclar bien. Reservar hasta que esté templado.
Cocer los canelones en agua hirviendo con sal, la hoja de laurel y un chorro de aceite, siguiendo las indicaciones del fabricante o nuestro gusto.
Retirar las placas del agua y dejarlas escurrir sobre un paño limpio.
Poner una pequeña cantidad de relleno, para evitar que se nos salga al cerrarlos, sobre cada una de ellas. Enrollarlos con cuidado y colocarlos en una fuente de horno (engrasada para que no se peguen) con el cierre hacia abajo.
Napar con la bechamel y espolvorear con los 100g de queso restantes.
Gratinar hasta que estén dorados.
No os preocupéis si no os gusta en exceso el calabacín, con todos los demás ingredientes no se aprecia su sabor ¿os animáis a probar?.
Que aproveche!!!
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