Llevaba mucho tiempo queriendo preparar estos pastelitos franceses típicos de Burdeos, no los conocía pero desde que los descubrí, me enamoraron aún sin haber tenido el placer de probarlos. Cuando los he comido, se ha acrecentado la pasión que sentía por ellos. Crujientes, dorados y acaramelados por fuera y deliciosamente suaves y cremosos por dentro.
Quizás la parte mas delicada sea el horneado, yo preparé dos tandas con ésta cantidad, es decir 16 cannelé, la primera no controlé bien el tiempo y los saqué antes de lo que debiera, la segunda tanda tuve que salir de casa unos minutos y los dejé en el horno unos minutos mas, y quedaron muchísimo mejor.
Originalmente estos pastelitos se hacían en moldes de cobre, en la actualidad son difíciles de conseguir, pero lo que si estáis interesados en preparar ésta receta, os recomiendo el molde gourmet bordelais de Lekué, con ocho cavidades flexibles y antiadherentes, ideal para ésta y otras muchas preparaciones.
Ingredientes:
Medio litro de leche entera
3 Huevos
3 Claras
125 g. Harina
250 g. Azúcar
50 g. Mantequilla
2 Vainas de vainilla
Mantequilla para el molde
Azúcar para el molde
Elaboración:En un cazo ponemos la leche a calentar. Abrimos y raspamos las vainas de vainillas y la añadimos a la cazuela con la leche. Cuando llegue a ebullición la retiramos del fuego, añadimos la mantequilla y removemos para que se disuelva bien. Dejamos entibiar.
En un bol batimos las claras con los huevos enteros. Colamos la leche y la agregamos poco a poco sin dejar de remover a la mezcla de huevos y claras.
Mezclamos el azúcar con la harina, así conseguimos evitar los grumos y lo añadimos removiendo a la mezcla de leche y huevos. Tapamos con un film, y dejamos la mezcla reposar 24 horas.
Pasado ese tiempo, pintamos muy sutilmente con mantequilla derretida en el interior de los moldes y agregamos azúcar por las paredes y el fondo de ellos. Llenamos algo mas de 3/4 del molde con la masa reservada.
Calentamos el horno a 230º con la bandeja donde vayamos a hornear los cannelé dentro, y cuando esté caliente introducimos el molde y horneamos los 10 primeros minutos a esa temperatura, posteriormente la bajamos a 170º durante unos 60 minutos aproximadamente. Sacamos del horno, dejamos reposar 5 minutos y desmoldamos con cuidado.
El el horno, mientras se está cociendo la masa, ésta crece mucho rebosando el molde, pero al enfriar vuelve a su estado original.
Debo reconocer, que nunca había probado estos dulces típicos de la ciudad francesa de Burdeos y me han sorprendido muy gratamente, la parte de afuera de éstos pastelitos es crujiente y está caramelizada y el interior jugoso y delicioso.