Aunque empieza a notarse que el verano ya está aquí, y con él las ganas de tomarnos algo fresquito como zumos, batidos, smoothies, algún helado… pero cada año nos pasa lo mismo. Empezamos a cuidarnos un poco más para la operación bikini, nos autoengañamos diciéndonos “sólo cenaré una ensalada” o “aprovecho que con el calor no tengo tanta hambre para comer más fruta’” y en verdad las costumbres cuestan de cambiar. Quién es de tomar café caliente, no le des uno con hielo….un día si que lo tomará, pero cuando se lo prepare él mismo seguirá siendo caliente, porqué así es como se lo toma siempre. ¿Sí o no? Entonces, aunque intentemos mantenernos a raya con los dulces y seamos capaces de negarnos en más de una ocasión, al final la tentación es mayor. Y yo doy la primera en caer…. Ahora con la verbena de San Juan, y con ella la típica coca con frutas o la de Llavaneres, seguro que habrá caído un trocito… que “por un día no pasa nada“, verdad?
Y lo cierto es que así es: las cosas en equilibrio y sin pasarnos siempre son buenas. Pues hoy quiero enseñaros un dulce que desde pequeña me ha encantado, y desde que tomo café aún más, ya que son muy buenos compañeros. Son los carquiñolis (o si somos un poco estrictos….carquinyolis, que su nombre es catalán!). En sí es un dulce que no empalaga, y que además aguanta unos cuantos días. Incluso están más buenos un tiempo después de haberlos preparado, si tenemos la precaución de guardarlos en un tarro de cristal hermético o bien en una lata metálica. Vendrían a equipararse a las galletitas que se toman con el té en Inglaterra, aunque para mí también son una buena merienda, o si me apuras….un snack delicioso. Y lo mejor es que son muy fáciles de preparar. Así que toma nota de lo que necesitamos y arrancamos:
400 gr de harina
65 gr de almendra en polvo
250 gr de azúcar
4 huevos
7 gr de levadura química
1/2 cucharadita de canela
ralladura de la piel de 1/2 limón
180 gr de almendra entera (ya tostada)
Como siempre, éstas cantidades se pueden modificar a más o menos; solamente necesitarías calcularlo antes. Pero con éstas te saldrán un par de buenas bandejas de carquiñolis.
Para comenzar hay que tamizar la harina y ponerla en un bol grande. Se le añadirá el polvo de almendra, la canela, la levadura, el azúcar y la ralladura de limón y lo mezclamos completamente. He encontrado sitios que aquí prefieren seguir trabajando sobre la encimera, haciendo un volcán con ésta mezcla e ir añadiendo despacito el resto de ingredientes, pero yo sigo mejor trabajando en el bol…. (así ensucio menos ).
Hay que añadir el aceite y 3 huevos, mejor de uno en uno. Y con una amasadora lo vamos mezclando. Aunque si no dispones de una, no te apures ya que yo lo he mezclado a mano, que eso de notar la masa entre los dedos me encanta! Es como mas natural….no?
Bueno, cuando estén todos los ingredientes bien mezclados obteniendo una masa uniforme, es el momento de agregar las almendras enteras. Hay que volver a mezclarlo todo, para que no queden las almendras en un solo lado, sino por todos lados por igual.
Sobre la bandeja del horno forrada con papel vamos a poner 3 o 4 “churros” de la masa a lo largo. Dependerá de la cantidad que hayas hecho, pero a mi me ha dado para unas 4’5 tiras de masa. Hay que enfriarlo en la nevera por una media hora. Después sólo hay que aplanarlas un poco y pintarlas con huevo batido.
Con el horno precalentado a 180ºC, pon la bandeja a media altura con calor por ambos lados (165°C si tu horno tiene ventilador) y horneamos durante 20-25 minutos. Cuando haya pasado éste tiempo hay que dejar atemperar un poco ( no enfriar del todo!!!) y empezamos a cortar en pequeñas rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente. Te recomiendo utilizar un cuchillo de sierra, para que no se rompan. Y lo volveremos a hornear por un lado unos 10 minutos (o hasta que se doren), y un par más por el otro lado. De ésta manera conseguiremos que se tueste por todos los sitios por igual.
Y ya los tenemos! En cuanto se enfríen, a disfrutarlo con un café o con una copita de cava…..como prefieras.
Por cierto, espero que hayas disfrutado de la noche más corta del año, de las hogueras de San Juan y de todos los buenos momentos del verano que acaba de arrancar. Hasta la próxima golos@s!
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