Los champiñones son los hongos más consumidos en todo el mundo, lo que no es de extrañar porque lo tienen todo a favor: son ricos y baratos, pero sobre todo ofrecen un sinfín de posibilidades en la cocina.
La idea que te propongo hoy sirve para todo, es un plato comodín. Los puedes comer tal cual como un entrante, los pones como aperitivo y te luces, como guarnición para carnes o pescado también, y si haces la salsita un poco más ligera (más líquida) te sale un plato de pasta para ponerle un piso.
Los he hecho con queso mascarpone pero si eres de los adictos al queso puedes probar con otras variedades con sabor más intenso e incluso un queso azul puede quedar espectacular, así que si te gusta la receta lánzate a hacer experimentos para encontrar tu preferida.
Ingredientes:
- 500 gr. de champiñones no muy grandes
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de hierbas provenzales
- 200 gr. de queso mascarpone
- 100 ml. de brandy
- sal
- 1 chorrito de leche (opcional)
- aceite de oliva virgen extra
- perejil fresco picado
Elaboración:
1. Limpiar los champiñones de cualquier resto de tierra que puedan traer.
2. Sofreir los ajos picados con aceite de oliva y en cuanto empiecen a coger un poco de color añadir los champiñones y saltear a fuego alto unos minutos.
3. Sazonar con sal y las hierbas provenzales (o cualquier otra que prefieras).
4. Añdir el brandy y continuar a fuego alto, para que evapore el alcohol, unos minutos más.
5. Bajar el fuego, casi al mínimo, y agregar el queso mascarpone. Remover con una cuchara hasta que el queso se haya disuelto bien y dejar unos minutos que cueza todo junto. Si vieras que la salsa está demasiado espesa puedes aligerarla con un chorrito de leche o de agua, y si lo quieres como salsa para pasta ponle la misma cantidad de leche y queso, pero siempre a fuego bajo.
Ya están listos para disfrutarlos, así tal cual, como guarnición o como salsa para un plato de pasta.
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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