Por eso, ante todo esto que nos deja un sabor agridulce, nada mejor que el limón. Algo fresquito, que nos estimule y nos haga olvida aunque sea un ratito en lo que disfrutamos de estos vasitos de todo lo que nos rodea.
Las recetas en versión mini me vuelven loca, son fáciles de repartir, y lo puedes llevar a cualquier sitio, un picnic por ejemplo, y evitas platos e instrumentos para cortar, por lo que ahora con eso de no compartir pues está muy bien.
Bueno, la idea de hoy, es una cheesecake de limón, suave, cremosa,... en su versión vasitos con un toque de coco y de jengibre, porque creo que el limón y el jengibre le va fenomenal.
INGREDIENTES (12 vasos pequeños ó 6 normales):
Base:
150 gr galletas
50 gr mantequilla
Cheesecake:
1 sobre gelatina limón (85 gr)
100 ml agua
125 gr azúcar
100 gr mascarpone
200 gr queso crema
400 gr nata (crema de leche) 35 % m.g.
2 cucharadas de limón
ralladura de 1 limón
ralladura de jengibre fresco 5 cm
coco rallado tostado para decorar
PREPARACION:
Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida, repartir en los vasos. Meter en el frigo.
Mezclar la gelatina con el agua caliente y dejar unos 5 minutos actuar. Mientras en un bol mezclamos los quesos junto con el azúcar, no es necesario batidora, solo queremos que se integren, añadimos el zumo y las ralladuras. Mezclamos bien.
Batimos con batidora de brazo la gelatina, para evitar que se nos haya formado algún grumo y se lo incorporamos.
A parte semi montamos la nata (crema de leche) y con movimientos envolvente mezclamos con la preparación de quesos y limón. Una vez lista, llenamos los vasos que hemos elegido para la presentación. Dejamos en el frigo unas 4 horas para que coja cuerpo.
Tostamos en una sartén un poco de coco rallado y lo espolvoreamos. Listo.
Besines,