Llevaba un tiempo pensando en hacer estar receta, pero ninguna me acababa de convencer sobre papel... hasta que, cogiendo unas cosas de unas y otras de otras, me acabé creando mi propia receta y la verdad es que estoy encantado. La opción de utilizar ricotta o requesón es un puntazo porque la textura es ligeramente diferente, alejándonos un poco del cheesecake o tarta de queso tradicional al que estamos acostumbrados.
El sabor es un pelín diferente y, además, el toque de limón le da un punto definitivo y distintivo, haciendo este postre un poco más fresco. Yo he utilizado un coulis de fresa porque es una de mis opciones favoritas, pero, claramente, podéis utilizar la cobertura que queráis: mermelada de fresa, arándanos, dulce de leche... o incluso dejarlo "virgen", que también estará delicioso.
Sin duda, es uno de los descubrimientos de los últimos meses. Era la primera vez que hacía este cheesecake de ricotta o requesón y ya lo he repetido en varias ocasiones porque el resultado nos encantó. ¿No os parece? ¡Espero que lo probéis en casa!
Ya sabéis que si tenéis alguna duda o algún problema, estaré encantado de solucionarlo en las redes sociales o en la parte de comentarios de la receta ¡No dudes en preguntar! Ahora, os dejo con la receta para que podáis ponerla en práctica y disfrutarla!
Cheesecake de Ricotta o Requesón
Dificultad: Fácil
Tiempo horneado: 85 mins (aprox)
Raciones: 12
Etiqueta: Cheesecake, Postre
Trotamundos: Europa
Para la base
100 gr de galletas digestive
70 gr de mantequilla derretida
Tres cucharaditas de ralladura de limón
160 gr de azúcar
6 huevos
900 gr de requesón o ricotta
65 gr de maicena
Una pizca de canela
Una cucharadita y media de vainilla en pasta
Una pizca de sal
Para el coulís de fresa
150 gr de fresas
25 ml de agua
30 gr de azúcar
- Precalentamos el horno a 150ºC.
- Comenzamos machacando las galletas digestive en una bolsa de congelar. Le damos con el rodillo hasta conseguir migas. Las mezclamos con la mantequilla derretida y con una cucharadita de ralladura de limón. Cubrimos la base de nuestro molde. Yo he usado de 20cm. Reservamos.
- En un bol, batimos con una espátula el requesón hasta que tenga una textura un poco más cremosa. Añadimos el azúcar y la maicena y mezclamos bien.
- Añadimos los huevos uno a uno, mezclando bien antes de añadir el siguiente.
- Añadimos la vainilla, la sal, la ralladura de limón y la canela. Mezclamos bien hasta que consigamos una crema homogénea.
- Vertemos la mezcla sobre la base de galleta, aplanamos la superficie con la espátula y horneamos a 150ºC durante 85 minutos más o menos. La tarta estará cuando la superficie esté dorada ligeramente y al introducir un cuchillo este salga limpio.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Para preparar el coulis de fresa, en un cazo ponemos el agua y el azúcar a fuego medio alto. No dejamos de revolver, hasta que el azúcar se haya disuelto bien.
- Añadimos las fresas cortadas en trozos. Dejamos que se cueza todo bien durante unos diez minutos, bajando levemente el fuego. Vamos a dejar que las fresas suelten su jugo.
- Trituramos con la batidora y colamos para evitar que caigan tropezones mayores.
- Cubrimos la superficie de nuestra tarta, la decoramos con fresas en trozos y servimos en frío.
¡A disfrutar!
- No utilicéis varillas, mezclar siempre con una espátula para que la mezcla no coja mucho aire.
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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