El secreto está en cortar la verdura muy muy fina (con una mandolina o un cuchillo bien afilado).
Una vez cortada, la metemos en una bolsa con un poco de harina, cerramos y movemos para que se impregne por igual.
Preparamos una sartén con bastante aceite de oliva y cuando esté caliente vamos echando poco a poco la verdura.
Se hace en muy poco tiempo. Sacamos con una espumadera y la vamos poniendo encima de un papel de cocina para que suelte el exceso de aceite.
Ponemos un poco de sal gorda o en escamas y servimos.
Un "pica-pica" muy rico y más sano que atiborrarnos de patatas fritas y cortezas.
¡¡ FELIZ SEMANA !!