La receta de hoy no la he hecho yo, sino mi hija. Muchos sabréis que mi padre anda un poco pachucho y hace unos meses estuvo ingresado. Como yo no estaba en casa, mi hija y mi marido estuvieron solos en casa y en esos momentos aprovechan para inventar en la cocina. Uno de esos inventos fue este falafel.
Para los que no lo conozcáis, es una típica receta árabe. Yo no lo había probado antes y he de reconocer que están muy buenos.
Ingredientes:
Falafel
- 1/2 kg de garbanzos
-1/2 cebolla
-1 o 2 dientes de ajo
-perejil y cilantro
- cucharada de levadura química
-cucharada de comino
-1/2 cuchara de sal
Salsa yogur
1 yogur natural
1 diente de ajo
el zumo de medio limón
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
6 hojas de menta fresca
Procedimiento:
Es muuuuy sencillo. Al menos 24 horas antes, debemos poner los garbanzo en remojo en agua caliente. La humedad es un factor muy importante a al hora de hacer los falafel, por eso no es recomendable usar los garbanzo de bote.
Cuando ya estén blanditos, los podemos a secar sobre papel de cocina.
Picamos la cebolla y el año y lo ponemos en un vaso con los garbanzo para triturarlo todo.
Cuando ya tengamos una masa homogénea y pastosa, le añadimos las especial, la sal y la levadura. Lo mezclamos bien mezclado, y hacemos las tortas.
Lo más cómodo es hacer una bolita y luego aplastarlas. Cuando las tengamos hechas, las dejamos secar sobre papel de cocina y ¡listo! Las podemos freír, en aceite muy caliente, cuando queramos.
Podemos acompañarlos colmo queramos, pero una buen opción es la salsa de yogur.
Si hacer el falafel ha sido fácil, la salsa lo es más todavía. Tan solo tenemos que picar el ajo muy pequeñito, añadir todos los ingredientes y mezclar.
¿Qué os parece? ¿Os animáis a probarlo?
Un beso y a ser felices
P.D.: No os perdáis el post del miércoles que viene con sorpresa ;)