En mi casa hay cuatro bicicletas, dos urbanas tipo cruiser, una estática y otra de montaña. Por temas de salud la he tenido que aparcar un poco, pero Monsieur Accidents las coge siempre que puede, de hecho, el mes pasado estuvo en la Marcha de la Coliflor de Griñon y le regalaron una coliflor, cómo no?
Tengo que decir que no solemos comer coliflor, pero mi madre la hacía mucho, así que me dio tres recetas y hoy vamos a preparar la primera, la que recuerdo que más me gustaba, coliflor aliñá.
Pero antes de empezar con la receta vamos a hablar sobre lo beneficioso que es para nuestra salud incorporar a nuestra dieta esta verdura de temporada.
Es rica en vitamina C, fibra, ácido fólico, magnesio, potasio y contiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Este vegetal nos ayuda a mantener nuestro estómago, intestinos y corazón sanos. Es ideal para incluirlo en las dietas para bajar peso ya que nos ayuda a tener una buena digestión y eliminar el exceso de líquidos de nuestro organismo.
El resultado de algunos estudios comparativos muestra que ayuda a prevenir diferentes tipos de cáncer como el de mama, pulmón, estómago, ovarios, próstata y colon.
Ingredientes:
1 coliflor
1 y 1/2 cucharadas de vinagre
1 y 1/2 cucharaditas de sal
1 cabeza de ajos
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es sacar las flores de la coliflor. Lo mejor es que tengan un tamaño adecuado para que nos lo podamos meter en la boca de un bocado y no necesitemos cuchillo.
Llenamos una olla con agua y echamos las flores de la coliflor, un cucharada de vinagre y una cucharadita de sal.
El vinagre se echa para evitar que el olor fuerte que la coliflor desprende al cocerse se expanda por toda la casa. Y además le aporta sabor.
La llevamos a ebullición y la dejamos hervir hasta que esté en su punto, no debemos dejarla demasiado tierna. Lo comprobamos con ayuda de un cuchillo.
Colocamos un colador grande en el fregadero y cuando la coliflor está en su punto, echamos el contenido de la olla en el colador y dejamos escurrir.
Mientras, pelamos y picamos la cabeza de ajos. Mi madre siempre los picaba muy bien.
En una sartén echamos el aceite y lo ponemos al fuego. Cuando esté caliente añadimos los ajos y los freímos.
Mientras los ajos están haciéndose, echamos la coliflor en una fuente y la probamos. Si vemos que le falta sabor le añadimos más sal o más vinagre. A mí me encanta el vinagre y le añado 1/2 cucharada de vinagre y 1/2 cucharadita de sal en este momento y remuevo.
Cuando los ajos están listos, los apartamos del fuego, los agregamos a la coliflor junto con el aceite y removemos bien.
Este plato se puede comer templado o también en frío.
Presentación:
La servimos en una cazuelita acompañándola con un poco de pan o regañás.
Bon appétit!!!