Podemos crear unos pequeños hábitos que nos ayuden a reducir el tiempo invertido en la compra y, de paso, reducir el gasto total. La clave es la perseverancia en nuestro comportamiento para que nuestro pequeño esfuerzo se vea recompensado.
A continuación os doy una serie de pautas que a mi personalmente me ayudan a ahorrar tiempo y dinero y me facilitan las cosas a la hora de comprar. Espero que os sirvan también.
No compréis cuando os sintáis hambrientos. Compraréis por impulso y eso puede llevaros a comprar productos menos nutritivos y más caros y que no necesitáis.
Haced una lista de compra y no os salgáis de ella: la improvisación os saldrá cara. Si en casa vais anotando cada producto a medida que os quedáis sin stock, o aquéllo que necesitáis para el menú semanal -que habréis planificado-, no tendréis que preo cuparos de olvidar nada. Pensad en lo que vais a necesitar guardar en la nevera o en el congelador y comprobar que tenéis espacio. Es una pena verse obligado a tirar comida por no poder consumirla antes de que caduque.
Organizad la lista por secciones tal y como están organizadas en el supermercado al que acudáis a comprar. Esto supone un ahorro considerable de tiempo ya que no tienes que ir por los pasillos buscando lo que necesitáis. Normalmente acudís al mismo o los mismos supermercados y sabéis como están organizados.
Comprobad las ofertas del supermercado. Pueden venir anunciadas en Facebook, en la prensa o simplemente vienen destacadas en el mismo supermercado. Si son productos que utilizáis habitualmente podéis comprar más de lo que habitualmente compráis, siempre que tengáis sitio para almacenarlo.
Escoged productos de temporada: además de que un producto fuera de temporada es más caro, no se encuentra en su momento óptimo de consumo.
Mirad las fechas de caducidad. Podréis tener el producto almacenado por más tiempo y evitaréis tirar comida caducada.
Comprad 2 veces por semana como mucho. Se ahorra tiempo y se evita comprar cosas innecesarias ya que cuantas más visitas al supermercado hagamos más expuestos estamos.
Qué días y a qué horas comprar. Elegid los días de la semana evitando sábados y vísperas de festivos y la hora del día evitando las horas punta si es posible. Es importante para ahorrar tiempo y comprar con comodidad. Una vez más, la organización puede jugar a favor nuestro.
En determinadas fechas planificad y haced vuestras compras con antelación. Un ejemplo sería las Navidades, época del año en el que algunos productos tienen gran demanda y no es aconsejable dejar su compra para el último momento por dos razones: ahorro de dinero si evitamos comprarlo al final cuando el precio ha subido y por otro lado evitamos las aglomeraciones en fechas señaladas.
Actualmente también tenemos a nuestra disposición la compra online. Según análisis en Expansión (2017) los españoles preferimos, de momento, comprar en el supermercado y no en internet. Parece que todavía somos reacios a la compra virtual pero tiene claras ventajas para el bolsillo y nuestro tiempo. Es cómodo, porque puedes comprar a cualquier hora y en cualquier sitio, y evitamos gastos de traslado.
Para aquellos que viven solos o en pareja, hay formas de maximizar el ahorro en la compra:
Comprad fruta y verduras congeladas. Facilita la utilización de porciones más pequeñas sin que tener que preocuparse de que el producto vaya a estropearse porque se consuma más lentamente.
Comprad unidades pequeñas de una sola porción. En el supermercado hoy en día es fácil encontrar zumos, yogures, comidas congeladas, comidas preparadas, sopas, etc. de una o dos raciones.
Comprad a peso. Siempre que sea posible comprad en pequeñas cantidades, lo que necesitéis, de forma que evitéis tirar comida que no os ha dado tiempo a comer.
Comprad verduras que se conserven durante tiempo: por ejemplo zanahorias, lechuga entera, brócoli. Las que no tengan un tiempo prolongado de conservación compradlas cuando se vayan a utilizar.
Congelad el pan en pequeñas cantidades, de forma que sólo tengáis que descongelar el que necesitéis para cada comida.
La organización siempre juega a favor nuestro a la hora de ahorrar tiempo y dinero en nuestras compras.
Y recordad: NO COMPRÉIS CON EL ESTÓMAGO VACÍO