El pimiento morrón es un pimiento carnoso, dulce en mayor o menor medida, según el grado de madurez que se distingue por el color. El pimiento es un fruto originario de América y fue tras su descubrimiento cuando Cristóbal Colón trajo a España semillas de diferentes variedades de pimiento. Las variedades más grandes y dulces se obtuvieron posteriormente, a principios del siglo XX, tanto en su producción en viveros como por selección natural. Podemos encontrar pimientos morrones de distintos colores (verde, amarillo, naranja y rojo son los más habituales). La diferencia de color viene dada en función de su estado de maduración y su sabor varía.
Según su grado de maduración los pimientos pasan del verde al amarillo, naranja o ya totalmente rojos. Cuando los pimientos están rojos han ganado en dulzor (los pimientos verdes son los menos dulces).
El pimiento frito, en todas sus versiones, gusta muchísimo. Es una buena idea tener pimiento frito en la nevera para acompañar carnes, pescados, huevos, etc. Por ejemplo, particularmente me encanta un bocadillo de longanizas (también conocidas como salchichas) acompañadas de pimientos, o un huevo frito con pimientos fritos ¡para chuparse los dedos!. Los pimientos fritos se hacen en un momento y duran varios días en la nevera. También se pueden congelar o preparar en conserva.
Esta receta puede hacerse con pimientos de cualquier color. Los verdes suelen ser más populares para freír ya que son menos dulzones pero a mi me gustan ambos, e incluso mezclarlos.
Pimiento morrón frito
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Pimientos morrones
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Preparación
Es importante que los pimientos estén frescos, con un color intenso y duros al tacto. Lavad los pimientos y cortadles el rabo. Partidlos por la mitad y limpiad las semillas. Contadlos en trozos regulares.
En una sartén con cierta profundidad añadid aceite de oliva (la cantidad depende de los pimientos que vayáis a freír, calculando como para pochar cebolla) y dejad calentar. Una vez caliente el aceite, agregad los pimientos poco a poco y bajad el fuego. Mantened el fuego bajo ya que así se irán cocinando poco a poco y soltarán su jugo dulzón.
Una vez que estén cocinados, retiradlos del aceite y, si lo preferís, colocadlos durante unos segundos sobre un papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite. Añadid sal y ¡listo!
Web: Commememucho
Podéis disfrutar de unos deliciosos pimientos fritos para acompañar con lomo, tortilla de patatas, embutido o con lo que gustéis.