Para hacer estas galletas necesitaremos:
-Galletas horneadas con la forma deseada -una lápida y su base-
–Icing 10 segundos en dos tonos diferentes de gris
–Icing 10 segundos en color verde musgo
-Un poco de fondant o pasta de goma y algún instrumento para modelarlo
-Una esponja -una esponja nueva, normal y corriente, de las baratas-
Comenzaremos cubriendo las galletas con una capa fina de icing gris, mejor si empleamos al menos dos tonos para que el resultado quede más realista.
Podemos emplear un icing en consistencia dura, o bien un icing 10 segundos que dejaremos secar durante unos pocos minutos antes de darle el efecto.
Cuando tengamos el icing un poco seco -que si lo tocamos ya no se rellenan los huecos- será el momento perfecto para dar unos toques con la esponja limpia y completamente seca, de manera que la superficie tenga un acabado más rugoso.
Dejaremos secar al aire la galleta, dando nuevos toques con la esponja si vemos que el icing se queda liso y brillante, porque buscamos justo lo contrario.
Con un poco de icing pegaremos los dos fragmentos de nuestra lápida y dejaremos secar unos minutos.
Seguidamente, moldearemos un cráneo de fondant y lo pondremos sobre nuestra tumba. O bien podemos usar un molde de camafeo para hacer una placa de mármol.
Para acabar, con un pincel seco pondremos un poco de icing verdoso para que dé sensación de hierba o musgo y dejaremos secar unas cuantas horas para que el conjunto quede bien resistente.
Como una imagen vale más que doscientas palabras, un mini vídeo con el paso a paso para hacer este efecto piedra. ¡Ojito, que va a súper velocidad!
Ahora que ya sé hacer este efecto pienso usarlo muchísimo. ¿Alguien quiere unas galletas prehistóricas? ¿Una gárgola? ¿El escudo de la familia?
¡A la rica piedra!