¡Muy buenas gastrolovers!
No se si os pasa también, pero hasta que descubrí este truco (lo podéis encontrar en muchos Blogs veganos, la receta no es mía…es una especie de truco universal, pero me parecía súper útil compartirlo aquí con vosotros), había muchs recetas que no podía hacer por no encontrar la mantequilla de coco.
El aceite de coco si es más fácil de encontrar, pero la mantequilla de coco…yo ya estaba empezando a pensar que era una leyenda…
¡Pues ya no hay excusas, a liarse a hacer tartas cómo locos, que aquí os dejo esta receta súper fácil de Cómo hacer mantequilla de coco:
Ingredientes:
125 gr de coco rallado sin azúcar
4 cucharas soperas de aceite de coco de primera extracción en frío
Listo, ya está.
Ahora solo hay que:
Tener un poco de paciencia
Procesar el coco rallado en la batidora o procesador hasta que se forme la mantequilla.
El truco está en ir añadiendo el aceite poco a poco a medida que lo vaya pidiendo la masa. Veréis que al principio se van formando grumitos. Si seguimos batiendo (parando de vez en cuando para limpiar las paredes de la batidora o procesador para devolver los restos al fondo, se irá formando la mantequilla.
Yo le he dado esta forma con las manos para hacer la foto, pero la mejor forma de guardarla es en un bote de cristal en el frigorífico.
Cuenta la leyenda, que si tenéis una batidora cómo la Vitamix, no hace falta que le echéis el aceite, el aparatito en cuestión os apaña una mantequilla de estas en cuestión de un minuto sin apenas problemas…Pero si prtenecéis al resto de los mortales, a los que no tenemos Vitamix (por ahora, todo se andará…), le echáis un poco de aceite de coco y aquí paz y después gloria.
Si os queréis hacer los guays, podéis darle también la forma del bloque de mantequilla cuando tengáis visitas y usarlo cómo si fuera mantequilla tradicional untándola en un cracker o trozo de pan. Podéis echarle un poco de sal, algun edulcorante, un poco de vainilla, mermelada…ya es cuestión de gustos e imaginación.
La podéis guardar hasta 2 meses refrigerada, solo tenéis que calentarla un poco al baño maría antes de utilizarla o dejarla un rato a temperatura ambiente para que vuelva a tener su textura original.
Espero que os resulte útil, ahora que tenemos esta solución, ya os iré subiendo recetas para darle uso.
¡Un abrazo enorme gastrolovers!
Fuente: este post proviene de La mesa de Garnacha, donde puedes consultar el contenido original.
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