Si seguís mis consejos, el merengue italiano ya no será un problema para preparar nunca más, y os quedará genial. Tanto si coméis el merengue tal cual, como si lo usáis en tartas o en uno de mis postres favoritos: el milhojas de merengue.
Tipos de merengue
El merengue es una espuma dulce, blanca y firme de claras de huevo que podemos usar para rellenar tartas, brazos de gitano o milhojas de hojaldre; o bien para honearlos en forma de suspiros, y que queden duritos y quebradizos. Así tenemos distintos tipos de merengue:
El merengue francés o básico, es el más sencillo de hacer. Tan sólo se montan las claras de huevo con el azúcar (el doble de peso que las claras). Con la manga pastelera hacemos copetes y los horneamos a baja temperatura (unos 100ºC) entre 1 y 2 horas hasta que estén bien secos. Podemos colorearlos con colorante alimentario para hacer suspiros de colores.
El merengue suizo queda más compacto que el francés, pero menos que el italiano. Se diferencia en que la mezcla de azucar y claras se calienta un poco al baño maría antes de montarlas. Se usa en helados, rellenos, bizcochos…
El merengue italiano es el merengue más compacto. El azúcar se incorpora en forma de almíbar a punto de bola blanda. De esta manera las claras quedan prácticamente cocidas, ya que vamos incorporando el almíbar caliente en forma de hilo fino a la vez que vamos montando las claras, hasta que tenga la consistencia adecuada y el recipiente ya no esté caliente. Se usa como decoración de tartas o como relleno en milhojas.
Para hacer merengue italiano debemos incorporar el almíbar a punto de bola blanda. Eso se consigue cuando el almíbar llega a los 120ºC (por eso es recomendable tener un termómetro de cocina). Si no tenemos termómetro, el punto de bola blanda lo conseguimos cuando al verte una gota del almíbar en agua fría, la gota no se disuelve y queda como una bolita de goma.
Aquí os dejo algunos tips o consejos para que os quede un merengue italiano perfecto. Como añadir unas gotas de limón para que el almíbar quede más blanco, y poco de azúcar glass al final para que el almíbar quede brillante y protegerlo de la humedad ambiente.
Si vemos que nuestro merengue italiano se nos viene abajo, lo metemos en la nevera para que coja cuerpo. Y también es importante no dejar de batir hasta que el recipiente donde hemos mezclado el almíbar caliente con las claras deje de estar caliente si lo tocamos por la base.
Y con las yemas que nos sobran al separarlas de las claras podemos hacer postres sin lactosa tan ricos como unas natillas sin lactosa, flan de huevo sin lactosa, tocino de cielo, helados sin lactosa o crema pastelera sin lactosa.
Cómo hacer merengue italiano
Aquí os dejo mi receta del merengue italiano perfecto, tanto en video como por escrito paso paso. ¡Ya me contaréis qué tal os queda!
Merengue italiano
Cómo hacer menrengue italiano para que quede perfecto
4 claras de huevo ((125 gr. aprox.))
250 g. azúcar ((el doble de peso de claras))
80 ml. agua ((un tercio del peso de azúcar))
unas gotas de limón
1 pizca sal
2 cdas. azúcar glass ((opcional))
Separamos ¼ del azúcar (50 gr.) para montarlo después con las claras.
En un cazo vamos a preparar un almíbar con el azúcar restante (200 gr) y los 80 ml. de agua. Lo ponemos a calentar.
Comenzamos a montar las claras con una pizca de sal y unas gotas de limón. Cuando empiecen a coger algo de cuerpo añadimos el azúcar que habíamos reservado (90 gr.) y continuamos montando hasta que estén a punto de nieve.
Unos 10 minutos después, cuando el almíbar haya alcanzado los 120ºC (es recomendable usar un termómetro de cocina) ya habrá espesado y tendrá más consistencia. Es lo que se llama punto de bola media.
Sin parar de batir las claras, vamos añadiendo el almíbar caliente en forma de hilo fino, poco a poco, para que las claras se vayan montando y cociéndose. Tendremos que seguir batiendo hasta que el cuenco esté totalmente frío y el merengue esté bien duro (podemos añadir un par de cucharadas de azúcar glass cuando le estemos montando para darle todavía más brillo al merengue y protegerlo de la humedad ambiente)
Reservamos en la nevera para que endurezca más antes de decorar con él.
En función del merengue que necesitemos usaremos más o menos claras de huevo. Y las yemas restantes las podemos usar para hacer natillas de vainilla sin lactosa, tocino de cielo, helados sin lactosa o una tarta de yema tostada.
Podemos usar el merengue italiano para decorar tartas o hacer milhojas de hojaldre y merengue.