No sé que me pasa últimamente, creo que es la primavera que cuando pienso en qué cocinar en casa me apetecen sabores de siempre, por eso lo de hacer bacalao al pil-pil por ejemplo. Habrá quienes digan que tengo poca creatividad y habrá quienes digan que no sé cocinar y habrá quienes digan muchas cosas pero es que un buen plato tradicional es lo que me gusta, es con lo que disfruto, de esos de tomar pan y mojar y como no soy cocinero, no tengo ninguna necesidad de inventar nada, este blog no deja de ser un recetario personal de lo que me gusta y, además,
Esta es mi propuesta para presentar la olla de 36 cm de Darna Home y su colección Grey, una olla fabulosa que veo perfecta para hacer un arròs brut para muchos e incluso, si el bolsillo lo permite, una buena caldereta de langosta. Molan estas ollas, los distintos tamaños, el material, esas asas que no queman y el diseño sencillo, gris que combina con todos. Ya van 6 recetas con ellas y estoy encantado de este test que estoy haciendo.
Este conejo al ajillo es un poco más que poner aceite, ajos y conejo, es un guiso muy sencillo, lleno de sabor, que al final es lo que importa, el sabor. En casa lo hicimos porque venía un amiguete a comer que siempre le apetece comer ‘de madre’ como el dice, y no, no es mexicano, ‘de madre’ quiere decir con sabor a guisotes maternos y este conejo al ajillo, lo consigue, vamos que la barra de pan voló.
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¿Cómo hacer conejo al ajillo?
Comenzamos condimentado la carne de conejo, sal y pimienta al gusto de cada uno. Luego pasamos los pedazos de carne por harina, una harina corriente y moliente.
Ponemos aceite de oliva en la cazuela de 36 cm de Darna Home, medio dedito, aquí está el truco que no hay que pasarse, pero tampoco quedarse cortos. Y cuando se haya calentado un poco freímos Salpimentamos el pollo y espolvoreamos con un poco de harina.
En una cazuela ponemos el aceite a calentar a fuego medio, que no hay prisa, y cuando éste esté caliente vamos dorando el pollo por tandas. Según se vayan dorando los vamos retirando, intentando que quede bastante tostadito. Mientras iremos pelando las patatas y chascándolas. Cuando este todo bien cocinado, retiramos y reservamos.
Una vez retirado el conejo añadimos las patatas que vamos a dejar cocinar unos 7-8 minutos, dándole vueltas vigilando que no se quemen, luego añadimos los ajos, muchos. Los ajos son dos cabezas, deben estar separados y cortados por la mitad, a mi me gusta que se corte un lado de piel pero no el otro, así están como enteros, pero vamos que es lo de menos. Removemos bien y dejamos que se doren los ajos.
Después, añadimos las ramitas de tomillo, de romero, el pimentón, removemos, y el conejo reservado. Luego, sin que se queme el pimentón, el vino blanco. Dejaremos cocinar al menos 10 minutos, o algo más, para que se evapore todo el alcohol y el gusto final no sea a, como dicen en mi tierra, vinazo.
Solo nos queda añadir el agua, pondremos la cantidad la suficiente hasta cubrir 2/3 el guiso de conejo al ajillo, o lo que es lo mismo cubrir con agua un poco más de la mitad. Con el fuego medio dejamos cocinar hasta que reduzca nuestra salsa, más o menos 20-25 minutos.
Y hasta aquí nuestra receta poco creativa pero rica y sabrosona a más no poder. Aviso navegantes, servir con bien de pan porque no practicar el deporte del moje en esta receta de conejo al ajillo está considerado pecado capital. ¡Qué disfrutéis del fin de semana! Nosotros ya nos vemos el lunes.
Conejo al ajillo ha sido publicado originalmente en Cocinando con CatMan. Puedes seguirme también en Twitter, Facebook y Google+.
Fuente: este post proviene de Blog de ManuCatMan, donde puedes consultar el contenido original.
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