Estamos en otoño, ya le hemos dicho adiós al verano… bueno, ésto todavía no lo tengo muy claro, porque con el calor que nos hace a mediados de octubre… no es muy normal. Esperemos que no tarde mucho en cambiar el tiempo, que empiece a hacer un poco de frío, caiga un poco o un mucho de agua y… que se escondan los mosquitos de una puñet… vez!! Porque mira que se han puesto las botas conmigo!!
Mira, hablando de ponerse las botas… anoche en casa cenamos este delicioso conejo al ajillo. Una receta muy típica y tradicional de nuestra gastronomía y que, personalmente, tanto me recuerda a la infancia.
La carne de conejo es una carne blanca, baja en grasas y baja en calorías. Y, aunque una dieta equilibrada tiene que tener mucha variedad de alimentos, la carne blanca es más recomendable que la carne roja.
Se puede utilizar para hacer un riquísimo arroz caldoso con conejo, tan apetecible en los días fríos… mmmm (un día de éstos lo haré y subiré la receta al blog ) Pero esta vez, lo hice al ajillo, que también está para chuparse los dedos. Pero… para chuparse los dedos tal cual!! Esta receta es para eso, para disfrutarla con los dedos jejejeje
Buen provecho!!
INGREDIENTES (2 PERSONAS)
1/2 conejo troceado
7-8 ajos
1/2 vaso de vino blanco
2 cucharadas de vinagre
romero, laurel y tomillo
aceite de oliva extra virgen
sal
ELABORACIÓN
Cubrir el fondo de una cacerola con aceite de oliva virgen extra. Echar los ajos sin pelar y dejar que se doren.
Cuando cojan color, añadir el conejo salpimentado. Dorarlo bien por ambas caras (paso importante). En este paso también, añadir las hierbas.
Una vez bien dorado el conejo, echar el vino blanco y dejar que reduzca durante unos 12-15 minutos más (dándole la vuelta a los trozos al menos una vez). Puedes tapar la cacerola.
Por último, agregar el vinagre y dejar 2 minutos más al fuego.
Servir enseguida.