- Ayer estuve en una, en el barrio de mi hija, pero nada que ver con esta
-Aquí tenemos para unos cuantos meses. Y ahora que se nos echa el frío encima, se está a gusto en este banco al sol
- A ver si no nos lo quitan. Aquí no molestamos
- Mira, mira qué bicharraco. Con eso lo acaban en dos días
- ¿En dos días? Con el dineral que se está moviendo, esto no lo acaban ni en dos años. Más de uno se embolsará unos buenos pempis. Hasta los que no la querían
- A ver si esto se empieza a mover pronto, que yo me tengo que ir antes de las doce
- Tú siempre con prisas, no parece que estés jubilado, contra
- ¿Y qué quieres que le haga? Alguien tendrá que ir recoger al nieto, que si no me ocupo yo...
- Cualquier día sale corriendo y lo pierdes. ¡Qué no estás tú para echar a correr detrás de nadie
- ¡Quita! Si el niño solo me hace caso a mi. Es más listo que el hambre. Cómo les voy a decir que no lo llevo y lo traigo, si es la única alegría que me queda
- Ahí llevas razón. Porque esto de estar aquí sentados al sol, poca enjundia tiene
- ¡Mira aquel! Casi se mata. Aquí poca seguridad, como no lo arreglen alguna desgracia habrá
- En esto, también se habrá llevado dinero más de uno
- Compadre, para ti todos roban
- ¡Cómo lo sabes! ¿O es que no ves el parte? Están ahí para robar. Ladrones, eso es lo que son
¿Y quién paga las culpas? Estos pobres desgraciados
- Tú ya ni te acuerdas lo que era trabajar a pleno sol todo el santo día. ¡Eso si era trabajar!
- Eran otros tiempos, hombre
- Si, otros tiempos y había que trabajar igual. Ni sindicatos ni leches
- ¡Qué eso ya pasó! ¿O no tienes tu pensión? Y te la ganaste bien
- Me la gané y me la quieren quitar. Lo que tú dices, unos ladrones
- ¡Anda, vamos tirando! Y no veas tanta televisión
- ¿Televisión? Si a los cinco minutos me quedo traspuesto. Así estoy, que antes del alba ya estoy en danza
- Vamos por el sol, que me duelen todos los huesos
- ¿Tú sabes lo que van a hacer aquí?
- Me ha dicho mi hija que una piscina municipal
- ¡Qué barbaridad! Y la escuela de mi nieto unos barracones, pobrecito mío
- Más de uno se habrá llenado los bolsillos...
- ¡Ahí te doy la razón, compadre!
INGREDIENTES
100 g de mantequilla
1 huevo
160 g de azúcar moreno
1 cucharadita de canela
1 cucharada de esencia de vainilla
95 g de harina
150 g de copos de avena
1 pizca de sal
Media cucharadita de bicarbonato
80 g de pasas
Un chorrito de coñac
180 g de gotas de chocolate
ELABORACIÓN
Poner las pasas con el chorrito de coñac
Reservar
En una batidora, triturar la mantequilla troceada, el huevo, el azúcar y la vainilla 4
Poner esta masa en un bol
Añadir la harina, los copos de avena, la canela, el bicarbonato y la pizca de sal
Remover con una espátula hasta mezclar todos los ingredientes
Añadir las pasas y casi todas las gotas de chocolate
Remover hasta integrar
Poner papel horno en la bandeja del horno o bien un tapete de silicona apto para el horno
Precalentar el horno 5 a 180º
Formar bolas con la masa, colocarlas encima del papel horno o sobre el tapete y aplastarlas
No tienen porque estar uniformes
Encima de cada galleta, colocar 3-4 gotas de chocolate
Hornear unos 13, dependiendo de cada horno
Sacar la bandeja del horno y dejar enfriar antes de manipular
Lo mejor es colocarlas en una rejilla, despegándolas del papel horno con una espátula de metal
Receta adaptada de la revista Postres Lectura nº27 pág.139