Estas coquitas están hechas con una masa tipo brioche, ahora se hacen así, pero antiguamente se elaboraban con masa de pan a la que se le añadía azúcar y manteca de cerdo, para luego colocar las cerezas por encima.
Las cerezas además de tomarlas como fruta fresca, que son una delicia, podemos probar a hacer con ellas diferentes recetas dulces, como este Brazo de gitano con nata (crema de leche) y cerezas, una deliciosa Mermelada de cereza, o estas riquísimas coquitas tan típicas de Cataluña, y de la Salzadella, un pueblo de la provincia de Castellón, donde generación tras generación se han dedicado a perfeccionar el cultivo de la cereza hasta conseguir una variedad exquisita.
Este verano, los fines de semana aprovecho para encender el horno y preparar ricos dulces o pan para toda la semana....(no está la luz como para encenderlo cualquier día y a cualquier hora)
Cuando llegan estas fechas siempre suelo hacer alguna que otra coca de cerezas, este año las he hecho más pequeñas y me he decidido a publicarlas, están buenísimas y al ser más pequeñas se pueden congelar para tener durante más tiempo e ir sacándolas cuando nos apetezca.
Como muchas de las recetas de masa de pan, saladas y dulces, que hago y que ya tengo publicadas, esta también es de Ibán Yarza de su último libro "100 Recetas de pan de pueblo", con sus recetas no fallas y siempre salen de categoría!
Ingredientes:
Para la masa madre: (la noche anterior)
57g. de harina panificable (o 40g. de harina normal y 17g. de fuerza).
33g. de agua.
1g. de levadura fresca (como una lenteja).
Para la masa final:
90g. de masa madre.
300g. de harina de trigo normal.
100g. de harina de fuerza.
1 huevo grande.
80g. de agua.
60g. de mantequilla.
60g. de azúcar.
40g. de leche.
10g. de levadura fresca.
8g. de sal.
Ralladura de medio limón
Para decorar:
Cerezas muy maduras.
Huevo batido.
Azúcar.
Modo de hacerlo:
La masa madre:
Mezcla los ingredientes en un bol y deja que fermenten al menos 12 horas por encima de los 20º. Mejor de un día para otro.
La masa final:
Pon las harinas tamizadas en un bol, añade la masa madre en trozos, el huevo, la sal, el azúcar y la ralladura de limón.
Disuelve la levadura en el agua templada y añádela al bol con los ingredientes, mezcla todo bien.
Añade ahora la mantequilla a temperatura ambiente y mezcla con la mano hasta que estén todos los ingredientes unidos.
Te quedará una masa pegajosa, pero cuando termines de mezclar, deja que repose la masa tapada unos 15 minutos y verás como ya está más suave y no se pegará tanto.
Pasa la masa a la mesa enharinada y amasa con el método de pliegues y reposos, hazlo unas 4 o 5 veces, irás viendo como la masa va ganando cuerpo hasta quedar bien fina. Puedes ver el método de pliegues en la receta de Pan sencillo sin amasado.
Haz una bola y deja que fermente durante unas 2 horas, todo depende del calor de tu cocina.
Divide la masa en porciones de unos 100g.
Bolea cada trozo suavemente.
Estira cada bola con el rodillo hasta formar piezas redondas de unos 15cm. de diámetro.
Ves poniéndolas sobre papel de horno.
Deja que fermenten entre unas 2 horas o 2 horas y media, hasta que estén bien hinchados y blanditos.
Pinta cada coquita con huevo batido y coloca por encima las cerezas deshuesadas, húndelas en la masa para que no se salgan cuando estén cociendo en el horno.
Espolvorea con azúcar antes de hornearlas.
Hornea las coquitas entre 12 o 15 minutos a 190º con calor arriba y abajo, sin vapor, hasta que estén doradas y las cerezas hayan soltado su jugo y parezca que se haya convertido en almíbar.
Saca del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla.
Quitar el hueso de las cerezas es muy sencillo, solo tienes que coger una pajita de plástico y ponerla en la base de la cereza, en el lado contrario por donde está el rabito. Da un golpe seco procurando que la pajita toque el hueso de la cereza y así saldrá por el otro lado.
Puedes ponerlas con hueso, pero cuesta poco de quitar y las cocas quedan más agradables de comer.
Si las cerezas están muy maduras, al cocerse las cocas en el horno, con el calor, las cerezas sueltan su jugo y junto al azúcar de las cocas, se convierte en un delicioso almíbar.
Son unas coquitas esponjosas y muy sabrosas....y tan sencillas de hacer que si las haces, las repetirás más de una vez.
Espero que te guste.