Las hierbas y el vermú le aportan ese “je ne sais quoi” especial.
Ingredientes:
paletilla y pata de cordero lechal .
sal del Himalaya.
pimienta de Jamaica.
aceite de oliva virgen extra.
tomillo, romero, salvia y albahaca.
vermú blanco y agua.
Empezamos por precalentar el horno a unos 150 – 160ºC.
Colocamos en una bandeja de horno el cordero salpimentado, añadimos unas ramas de tomillo y romero fresco y unas hojas de salvia y albahaca. Lo rociamos todo con un chorrito de aceite y ponemos en el fondo de la bandeja 1/4 de litro de agua y otro 1/4 de vermú.
Introducimos la bandeja con el cordero en el horno precalentado y lo tenemos durante 45 minutos vigilando que no se seque. Debemos ir remojando la carne cada 10 ó 15 minutos con el líquido de la bandeja. Si viéramos que se seca y hace falta algo más de líquido, incorporaremos sin problema un poco más de agua y vermú a partes iguales.
Cuando el cordero ya esté cocinado, vamos a subir la temperatura del horno a 180 º C, buscando un buen dorado final. Para ello 15 minutos más serán suficientes. El cordero debe quedar suave de sabor pero con el toque de las hierbas y un regusto al vermú.
Al emplatar, una opción perfecta serían unas patatas panadera y un poco de chutney de manzana. Para los que prefieran una opción más ligera, una ensalada de berros y tomates también sería un estupendo acompañamiento.