La de comidas y cenas navideñas que se nos avecinan... ¡Y, claro, si eres de los que te toca pringar en la cocina, además tienes que organizarte muy bien para no repetirte! (Bueno, repetir, repetiremos todos porque además estos días se caracterizan por comer sobras los días después)
En casa, nunca falla el cordero asado de la abuela Fermina como plato principal. Pero, de vez en cuando, cuando de celebrar se trata, también preparamos esta receta de Costillar Ibérico al horno, hecho al más puro estilo tradicional... sin mucho artificio ni exceso de ingredientes, como lo haría mi abuela.
Que sí, que también está muy rico a la miel o a la barbacoa. Pero, ¡seamos realistas!, esos ingredientes no son los que utilizarían nuestras abuelas... Esas formas de cocinar las costillas las hemos ido adoptando nosotros ahora y, la mayoría, tiene su origen en América.
Esta receta es mi propuesta para la iniciativa mensual de La Cocina Typical Spanish que, contando con una anfitriona de honor como La cocina de Rebeca y con la cercanía de las navidades, ha propuesto que cocinemos uno de los ibéricos que nos ofrecen desde Jamones y Embutidos Vázquez , bajo los hashtags #depatanegraTS y #cocinandoconibéricosVázquez
Y, ya veis que el acompañamiento de mi asado también es muy "typical Spanish" y es que me cuesta renunciar a ponerle a mis asados una buena cama de patatas y cebolla.
¡Aquí podéis ver el corte!
(Para 6 personas)
- Un costillar de cerdo (el mío, de unos 2 kg. aproximadamente)
- Aceite de oliva virgen extra
- 100 ml. de vino blanco
- 5 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de pimienta negra molida o granos de pimienta negra machacada
- 1 cucharada de tomillo seco
- 3 patatas
- 1 o 2 cebollas
- Sal
- Vamos a preparar una mezcla, que nos servirá de aliño a la carne, con los dientes de ajo pelados, el pimentón, la pimienta negra, el tomillo, la sal y el aceite. Lo pondremos todo en el vaso de la batidora y lo trituraremos. Después impregnaremos toda la carne de esta mezcla, ayudándonos de una brocha de silicona. Dejaremos macerar la carne, como mínimo, durante una hora, dentro de la nevera. Si podéis dejarlo más, mucho mejor.
- Pondremos a precalentar el horno a unos 190 ºC.
- Las patatas y la cebolla las cortaremos en láminas finitas. Las aliñaremos ligeramente con aceite de oliva, pimienta negra molida y sal. Y las hornearemos hasta que estén tiernas, unos 40 minutos aproximadamente.
- Forraremos la bandeja del horno de papel vegetal o de aluminio.
- Cuando el horno esté caliente, pondremos el costillar sobre la rejilla, a media altura. Debajo de la rejilla pondremos la bandeja que hemos forrado para así vaya cayendo sobre ésta la grasa que soltará el costillar. Para aprovechar, podéis introducir en la parte inferior la bandeja de patatas y cebolla, es decir, debajo de la bandeja que hemos preparado para que goteen los jugos del costillar.
Aquí podéis ver cómo el costillar se cocina primero sobre la rejilla y cómo caen los jugos y grasas sobre la bandeja forrada. Debajo de ésta bandeja, aunque no se ve en la foto, hay otra sobre el propio suelo del horno con las cebollas y las patatas cortadas. - Cocinaremos el solomillo media hora, aproximadamente, por cada lado. Y, cuando vayamos a darle la vuelta, podemos ponerlo ya directamente sobre la bandeja de las patatas. En ese momento, regaremos la carne con el vino blanco y dejaremos que se termine de cocinar.
¡Mirad qué corte tienen!
Recordad comprar pan... ¡Lo necesitaréis!
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- Solomillo Wellington
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