Ahora que todavía hace fresquito, por las noches las cremas de verduras son todo un clásico en casa. La verdad es que a mi me sacan de más de un apuro porque reconozco que hay verduras que me cuestan comerlas así sin más y en cremas de verduras como de todo! Y con los niños tampoco es mala opción.
La de calabaza es una de nuestras favoritas ya que el sabor dulzón de la calabaza así calentita entra muy bien... Hoy le hemos dado un toque exótico con jengibre fresco. Ya veréis que sabor más aromático!
Ingredientes:
(para 2 personas)
- 1 patata
- 300 gr. de calabaza limpia, sin piel ni semillas
- 1/2 cebolla
- 1/2 litro de agua o de caldo de verduras
- aceite de oliva
- jengibre fresco
- sal
- pipas de calabaza
- nata (crema de leche) líquida
Preparación:
Cortamos la media cebolla en trozos. Pelamos y cortamos también la patata en pedazos. Y finalmente también limpiamos bien la calabaza y la cortamos a trozos.
En una olla con un chorrito de aceite de oliva pochamos los trozos de cebolla durante unos minutos con cuidado de que no se quemen. Cuando empiecen a dorar, le añadimos la patata y la calabaza y añadimos el agua o el caldo de verduras. Rallamos jengibre fresco al gusto y le añadimos una pizca de sal. Y dejamos cocer media horita.
Cuando las verduras estén cocidas, las retiramos del fuego. Las pasamos a la licuadora o a un recipiente para batir con un poco del caldo de la cocción. Trituramos. Dependiendo de si queremos que quede más cremosa o más liquida le añadimos más caldo de la cocción.
A la hora de servir añadirle un chorrito de nata (crema de leche) líquida y unas pipas de calabaza peladas.
Y listo!!