Los que me seguís y conocéis sabéis que estoy intentando llevar una vida más ecológica. Siempre que puedo intento utilizar en mis recetas productos de huerto, de hecho, tengo un pequeño huerto urbano en casa desde hace unos años. Aprovechando que me han enviado patatas y que he recolectado una seta enorme en mi huerto, voy a preparar crema de patatas y setas, utilizando también algunas especias del jardín.
Los ingredientes que necesitamos para seis personas son:
1 kg de patatas
600 g de setas
2 cebollas grandes
1 cucharada de tomillo
1 cucharada de romero
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/2 litro de caldo
1/2 litro de nata (crema de leche)
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (aove)
sal
pimienta
La nata (crema de leche) que vamos a utilizar es sin lactosa y de montar, que es más cremosa y me gusta más.
El tomillo y el romero los vamos a utilizar frescos, que aportarán más frescura y aroma a nuestro plato.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar las patatas. Para ello, las lavamos y las secamos bien, las introducimos en un recipiente con tapa apto para el microondas y las ponemos en su interior a máxima potencia durante 24 minutos.
También se pueden cocer en una olla con agua, pero en el microondas ahorramos tiempo y agua.
Yo las suelo cocer con piel, siguiendo las indicaciones de mi madre, para que la patata no pierda el almidón y parte de sus nutrientes.
Mientras las patatas se están haciendo, vamos a preparar el resto de ingredientes. Pelamos y picamos en brunoise las cebollas y las reservamos.
Limpiamos las setas, las picamos y las reservamos. Ahora, con las especias, deshojamos las ramitas de romero y tomillo. Después, las picamos.
En una sartén ponemos aceite a calentar. Cuando el aceite esté listo, añadimos la cebolla.
Cuando la cebolla esté transparente, añadimos las setas, las especias, la sal y la pimienta.
Cuando las patatas estén tiernas, las dejamos enfriar unos minutos, lo justo para poderles quitar la piel. Las chafamos con ayuda de un tenedor y las añadimos a la sartén.
Ahora es el momento de añadir el caldo. Dejamos cocer durante unos minutos.
Batimos hasta que tenga la textura deseada.
Probamos la crema para ver si tiene buen sabor, le falta sal o algún otro ingrediente. A mí me gusta así, pero si la queremos más cremosa, le añadimos la nata (crema de leche) y la nuez moscada. La dejamos a fuego lento durante unos minutos para que los ingredientes se mezclen bien y la crema absorba el sabor.
Presentación:
En unos cuencos espolvoreamos un poco de hierbas provenzales y ¡a la mesa! La acompañamos de un buen vino y un apetitoso trozo de pan.
Un plato reconfortante con aromas a los campos de la sierra que nos mima por todos los sentidos.
¡Bon appétit!