Ya os conté que tengo un pequeño huerto, tema que ya os explicaré con detalle en otro post. Pues en noviembre recogimos unas patatas, bueno, más bien son minipatatas o patatas baby, porque algunas de ellas son tan grandes como los garbanzos, y no exagero por muy cordobesa que sea.
Como veis, no fueron muchas, pero me da para probar la receta que tengo en mente con ellas. Como son pequeñas, las prepararemos como guarnición y hechas al horno.
Los ingredientes para dos o cuatro personas son:
500 g de patatas nuevas
tomillo fresco
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Preparación:
Lo primero es lavar bien las patatas, con agua y un cepillo que nos ayude a quitarles bien la tierra.
Luego las echamos en una olla con agua y sal que ponemos al fuego. Cuando el agua llegue a ebullición, dejamos hervir durante 10 minutos.
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Transcurrido este tiempo, escurrimos y las ponemos en una bandeja de horno.
Con ayuda de un tenedor las rasgamos superficialmente, esto hará que queden más doradas y crujientes por fuera.
Espolvoreamos un poco de tomillo fresco, salpimentamos y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Metemos en el horno a una altura media-alta y horneamos durante 50 minutos. Pasado este tiempo, ponemos el horno en función grill y doramos las patatas durante 5 o 10 minutos más.
Presentación:
Sacamos las patatas del horno y las colocamos en el centro de la mesa sobre un salvamanteles. Podemos rociarlas con un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra.
Este plato es un buen acompañamiento tanto para carne como para pescado. Para complementar esta guarnición, podemos asar unos tomates cherry, receta que os comentaré en un próximo post.
Bon appétit!!!