Podemos comerlas así, junto con algo de verdura o proteína o las podemos acompañar de alguna salsa tipo brava, lactonesa o allioli.
Es una receta muy sencilla sin nada que envidiar a las patatas fritas, pues quedan prácticamente igual de crujientes.
Ingredientes para 2 o 3 raciones
500gr. patatas
2 o 3 dientes de ajo
50ml. aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de Maizena (almidón de maíz)
1 cucharadita sal
1 cucharadita pimienta negra molida
1 cucharadita pimentón dulce
1 cucharadita romero
Lavamos bien las patatas y las secamos.
Cortamos las patatas en gajos, sin quitarles la piel.
Las esparcimos en una fuente de horno y les echamos todas las especias junto con la maizena, que es la que le dará el toque crujiente. Removemos bien para que queden bien impregnadas.
Vertemos el aceite y volvemos a mezclar bien.
Horneamos a 220ºC unos 20 minutos con calor arriba y abajo. Estarán listas cuando estén doraditas y crujientes, como cada horno es un mundo, lo mejor será ir pinchando y probando.
¿Fácil verdad? En un periquete tenemos unas deliciosas patatas para tomar como aperitivo, guarnición o plato principal. ¡Ah y sin remordimientos de conciencia!
Con esta receta participo en el reto facilisimo Recetas con patatas.
Si queremos asegurar que se hagan a la perfección, lo suyo es colocarlas en la bandeja de manera que la piel esté tocando el fondo.