Aunque me encantan las tartas con masa quebrada y similares, la verdad es que esta no la había hecho nunca. En esta ocasión yo me he decidido por la receta tradicional, ya que la mermelada me encanta. Le he dado un toque personal a la masa, añadiendo harina de almendra. Como ya sabéis los que me leéis, adoro los frutos secos. Los ingredientes son sencillos pero queda muy buena. De hecho la hice a media mañana para sacarla de postre en la comida, y para el desayuno del día siguiente no quedaron ni las migas.
Ingredientes para un molde de 28 cm
250g de harina de trigo
50g de harina de almendras
150g de mantequilla
50g de azúcar
1 yema de huevo
1 pizca de sal
Medio bote de mermelada de frambuesas
Pasos
Tamizamos la harina de trigo y la de almendra y las ponemos en un bol grande.
Añadimos la mantequilla cortada en cubos, la yema de huevo, el azúcar y la sal.
Mezclamos bien hasta obtener una pasta homogénea, se puede hacer a mano o con un robot de cocina, pero en este caso batir lo mínimo para que se mezclen los ingredientes. Si es necesario, terminamos de mezclas a mano.
Dividimos la masa en dos partes. Una un poquito más grande que la otra. La grande será para la base y la pequeña para el enrejado
Las cubrimos con papel film y las dejamos enfriar en la nevera un par de horas
Precalentamos el horno a 180º
Ponemos la bola más grande entre dos hojas de papel de horno y la vamos estirado con un rodillo. La masa es un poco difícil de trabajar y se puede romper un poco. No te preocupes si al cubrir el molde no queda perfecta, se pueden cubrir las partes que no queden bien con trocitos de masa, como si fuera plastilina.
Una vez que tenemos cubierto el molde, recortamos la masa que sobresalga de los bordes con un cuchillo bien afilado.
Rellenamos la tarta con la mermelada, yo le puse medio bote y me parece que quedó bien, pero si eres muy goloso le puedes poner más cantidad.
Ahora viene la parte divertida, hacer el enrejado. La manera más sencilla es estirar la bola de masa que nos queda entre dos hojas de papel de horno y cortar tiras con un cuchillo bien afilado. Colocamos primero las tiras en un sentido (por ejemplo en vertical) y luego en otro (nos quedaría en horizontal). Pero yo vi fotos en las que hacían un enrejado e intenté hacer algo parecido...supongo que además de las fotos debería de haber buscado algún tutorial sobre cómo hacerlo, porque alguna de las tiras se me rompió en el proceso.
Si os sobra masa y tenéis algún cortador pequeño (yo usé unos de fondant con forma de flores) podéis añadir alguna decoración
Por último ya sólo queda hornear unos 30 minutos, hasta que veamos que la masa tiene un tono dorado pero son que llegue a quemarse.
La dejamos enfriar, la desmoldamos y la pasamos a un plato ¡Lista para servir!
No os olvidéis de visitar el resto de recetas del desafío. Este mes seguro que nos vamos a encontrar con un montón de tartas muy ricas y bonitas. ¡No os lo podéis perder!