Adoro los crumbles dulces, aquí, aquí pueden comprobarlo, jajajaja, pero esta vez lo hice salado y el resultado fue una exquisitéz.
Ingredientes
Para el relleno:
1 puerro
1 brócoli
1 cucharada de aceite
sal, pimienta
200 gr de requesón o ricotta
Hervimos el brócoli en abundante agua con sal durante 5 minutos. Escurrimos el agua de cocción y reservamos.
Limpiamos y troceamos bien fino un puerro. Ponemos aceite en una sartén y cocinamos allí el puerro a fuego medio hasta que se ponga transparente, removiendo para que no se queme. Retiramos del fuego y añadimos el brócoli hervido al que trituramos con un tenedor. Agregamos sal, pimienta y el requesón. Mezclamos bien y volcamos la mezcla en una fuente para horno engrasada con mantequilla.
Precalentamos el horno a 200º.
Para la cobertura:
150 gr de harina común
150 gr de matequilla fría
200 gr de queso rallado
En un bol preparamos la cobertura mezclando la mantequilla fría troceada con la harina y el queso rallado. Mezclamos con los dedos, tratando de que queden tropezones de mantequilla y cubrimos la preparación anterior.
Cocinamos en horno a 180º durante 25 minutos o hasta que esté la superficie esté dorada.
Servimos caliente.
Es una receta muy sencilla pero el contraste de la cremosidad del relleno con el crujiente de la cubierta de una delicia.
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¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!