“Madre del amor hermoso, ¿cómo no he probado esto antes?” fue lo primero que pensé al darle un bocado a estos cupcakes. Si, antes de que digáis nada, sé que la receta original de estos cupcakes lleva un frosting de queso en vez de ganache de chocolate blanco, pero estoy segura que habrá más gente que, como yo, no le entusiasma ese sabor. ¡Y aquí estoy yo para darles la solución perfecta! De verdad, tenéis que probarlos. Quedan supermega esponjosos y con un sabor que “quita el sentío”.
A la hora de hacer la ganache me encontré con un problema que, por suerte, pude solucionar. Y es que una vez la tuve lista, me dispuse a montarla con una varillas. ¿Qué pasó entonces? Pues que llegó un punto en el que se formaron unos grumitos nada apetecibles. Y como aquí no se tira nada, le pregunté al señor Google qué podía hacer al respecto. La solución fue meterlo en el microondas unos segundos y derretir otra vez la mezcla de nata (crema de leche) (crema para batir) y chocolate blanco. Una vez lo volví a tener completamente líquido y sin grumos, la volví a llevar a la nevera. Pasada 1h, la mezclé un poco con una espátula y directa a la manga pastelera. No quise arriesgarme a volver a coger las varillas para montarlo como hice anteriormente y, la verdad, quedó perfecta así. Así que ya sabéis, si os pasa como a mi, ni se os ocurra tirarlo a la basura. Como véis, tiene solución.
Y, aprovechando esta receta, os quería decir que el DÍA 26 DE MAYO Dulce Tentación cumple 2 años Para celebrarlo, os he propuesto un reto desde mi Instagram (os lo dejo al final de la receta). El reto consiste en llenar dicha red social de diferentes CUPCAKES el día del aniversario. Para ello, sólo tenéis que publicar una foto de vuestro cupcake favorito junto a su receta y bajo el hashtag #latentaciondelcupcake. ¡Ah! Y no olvidéis mencionarme para que yo lo vea Si tenéis cualquier duda, en mi perfil de Instagram, encontraréis en las historias destacadas todo lo que necesitáis saber sobre el reto. ¡Venga, animaos!
Y dicho esto y sin enrollarme más, os dejo con la receta
INGREDIENTES
Para los cupcakes (a mi me salieron 11)
55g de mantequilla
150g de azúcar
1 huevo L
1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar
1/4 de cucharadita de colorante en pasta rojo (en mi caso, usé el Sugarflair Rojo Navidad)
1 cucharadita de extracto de vainilla
120ml de leche
1/2 cucharada de zumo de limón
150g de harina
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de vinagre blanco
Para la ganache de chocolate blanco:
200g de chocolate blanco para fundir
100ml de nata (crema de leche) para montar con un mínimo de 35% de materia grasa (crema para batir)
Para el almíbar:
50g de azúcar
50ml de agua
1 cucharadita de extracto de vainilla
ELABORACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 170°. Seguidamente, preparamos la buttermilk. Para ello, añadimos el zumo de limón a la leche y dejamos reposar.
Con la batidora de varillas, batimos el azúcar junto a la mantequilla que debe estar en punto pomada (que esté blandita, sin necesidad de derretirla en el microondas. Simplemente que, al tocarla con el dedo, éste se hunda). Sin dejar de batir, añadimos el huevo y el extracto de vainilla.
A continuación, mezclamos la harina junto al cacao y tamizamos. Añadimos la mitad de esta mezcla a la mezcla anterior. Después, añadimos la mitad de la buttermilk (llegados a este punto, no os asustéis si veis unos grumos en la leche. Aunque parezca que se ha cortado, así es como necesitamos que esté). Cuando esté todo bien mezclado, añadimos la harina junto al cacao restante y después la buttermilk que nos queda. Una vez tengamos una masa homogénea, añadimos el colorante rojo. Os aconsejo que utilicéis uno en pasta o en gel, ya que uno líquido no nos serviría. Finalmente, en un vasito, mezclamos el vinagre junto al bicarbonato. Veréis que comenzará a burbujear. De forma rápida, lo añadimos a la masa y batimos para incorporarlo.
Repartimos la mezcla en las cápsulas (rellenamos 2/3 de cada una) y horneamos durante 20′ o hasta que al pincharlos con un palillo, éste salga limpio. Los sacamos del horno y dejamos enfriar en el molde durante 5 minutos. Después, retiramos los cupcakes y los vamos colocando sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Para el almíbar, ponemos todos los ingredientes en un cazo y lo llevamos al fuego. Dejamos que hierva durante un minuto y retiramos. Reservamos hasta que se enfríe.
Para preparar la ganache, troceamos el chocolate y lo colocamos en un cuenco. Por otro lado, ponemos la nata (crema de leche) (crema para batir) en un cazo y lo llevamos al fuego. Cuando veamos que va a empezar a hervir, la retiramos y la añadimos sobre el chocolate. Dejamos reposar durante 5 minutos y, después, mezclamos hasta que se derrita por completo. Una vez tenemos una mezcla homogénea, tapamos a piel con film transparente (éste debe estar en contacto con la ganache). La llevamos a la nevera 1h y ya la tendremos lista.
Para preparar nuestros cupcakes, pincelamos por encima con un poco de almíbar. Después, metemos la ganache en una manga pastelera junto a la boquilla deseada (en mi caso la 1M de wilton). Colocamos la manga en posición vertical y, desde fuera hacia dentro, vamos haciendo un espiral hasta cubrir nuestro cupcake. ¡Y ya los tenemos listos!
Mirad qué esponjosidad tienen deciros que, en mi caso, el colorante usado no me dio los resultados que yo buscaba, ya que quería un color rojo más intenso, pero bueno, eso no influye en el sabor. Es más, si no tenéis colorante, estoy segurisisisima que os quedarán igual de buenos.
Lo mejor de todo, es que después de 4 días, siguen igual de esponjosos que el primer día Si os animáis a prepararlos, no dudéis en enseñarme los resultados. Estaré encantada de leeros Os dejo por aquí mis redes sociales:
¡Un besote!
Rocio