El caqui es una fruta de sabor dulce cuyo consumo relacionamos con el mes de Noviembre. La mejor manera de degustar su dulce sabor es consumirlo fresco y cuando empieza a estar blando. El caqui llega al mercado entre los meses de Octubre a Febrero.
También resulta delicioso cocinado, confitado, en forma de salsa, etc. Por su forma redondeada también resulta idóneo para rellenar con una gran variedad de ingredientes. Como postre puede formar parte de una tarta, o de un mus como es el caso de mi receta de hoy.
Ingredientes:
500 gr de caquis
100 gr de azúcar
5 hojas de gelatina
una pizca de sal
2 claras de huevo
un vaso de nata (crema de leche)
2 cucharadas de licor (al gusto)
una ramita de canela
sirope de fresa para adornar
guindas confitadas
Preparación:
Pelar, trocear y reducir a puré la pulpa de los caquis. Echar el puré obtenido en un cazo, añadir el azúcar, la ramita de canela y cocer durante unos 15 minutos o hasta que se haya consumido el jugo de la fruta.
Poner las hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos, escurrirlas bien, disolverlas en un recipiente con el licor e incorporarlas a la fruta.
Montar las claras a punto de nieve muy firme, añadiendo una pizca de sal.
Aparte montar la nata (crema de leche) muy fría. Incorporar primero las claras y luego la nata (crema de leche) al puré de caquis y mezclar con movimientos envolventes.
Echar el preparado en cuatro flaneras individuales y dejar en el frigorífico un mínimo de 4 horas (yo lo dejé de un día para otro).
Cubrir con sirope (u otra salsa) el fondo de un plato, desmoldar encima los mus de caquis y adornar con gajos de caquis y guindas.