He de reconocer que he hecho la receta por el nombre, me hace mucha gracia. Tengo un libro de ?Clásicos vegetarianos del mundo? de Celia Brooks Brown que tiene unas recetas buenísimas y cada vez que leía el título de ésta me entraban ganas de hacerla, pero ahora después de haberla comido veo que no estaba equivocada porque el toque del boniato es una auténtica delicia.
Se trata de un plato para los días de ayuno, como nuestra cuaresma, días en los que no debe comerse carne para preparar el cuerpo y el alma para los días que vienen. La historia del nombre se supone que viene de que al presentar el plato en la mesa, para engañar a los niños los decían: ?Teníamos un pollo pero se ha escapado volando?, así que se tenían que comer los garbanzos solos?
INGREDIENTES (para 4 personas )
400gr de garbanzos cocidos (pueden ser de bote)
Una cebolla picada
Un boniato hermoso pelado y cortado en dados
½ cucharadita de canela
½ cucharadita de comino en polvo
½ cucharadita de pimentón
Unas hebras de azafrán
200 gr de cilantro fresco picado
Sal Y pimienta negra
Aceite de oliva virgen
PREPARACIÓN
Poner en una cazuela el aceite y dorar la cebolla en él.
Añadir el boniato troceado, los garbanzos escurridos, las especias, el cilantro picado, sal y pimienta.
Echar suficiente agua como para cubrir el guiso.
En cuanto comience a hervir bajar el fuego y dejar cocer una media hora o hasta que el boniato esté tierno.
Servir en tazones o acompañado de cucús.
Se forma un caldo en el fondo dulce, delicioso y muy aromático, además es un plato ideal si quieres que tu cuerpo descanse de tanta proteína animal.
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Besitos
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