“Come mantequilla”.
Emulando a la revista Time, yo también te lo digo con cariño : come mantequilla. Ponte ciego de chorizo, adora los huevos fritos y derrítete con la manteca de cerdo. Suena grasiento ¿verdad?…más de 40 años mangoneados por una falsedad médico-científica que ha llenado los bolsillos de la industria de lo light y los vendedores de pastillas para el colesterol; desengañate, la grasa es cool.
¡Muerte al pensamiento único nutricional!, ¡vivan la morcilla y los callos con garbanzos!. Qué liberador resulta empezar el año con este grito de guerra. Amigos y amigas, dicho está, hagamos un poco de historia y comprobemos cómo, una vez más, la solución más elegante y simple no siempre explica la compleja fisiología del organismo.
Porque comer colesterol o grasas saturadas no significa, que una vez ingeridas, se dirijan a mala idea a obstruirnos las arterias todos a una, no es tan simple.
La historia comenzó en la década de los 60 con una serie de artículos médicos que cayeron en gracia y se difundieron a gran escala a través de medios tan serios como la mencionada revista "Time". Uno de los principales promotores de la idea fue Ancel Keys (basandose en estudios un tanto sesgados), cuarenta y tantos años después la "Asociación Americana del Corazón" le lleva la contraria, y nos dice que "ya no creemos que las dietas bajas en grasa sean la respuesta" ¡Bravo!, ahora solo hace falta que se entere mi médico de cabecera.
Si tenéis algún interés en el tema os recomiendo varias lecturas, una es un articulíto en el que se explica con bastante claridad todo el asunto y donde descubrimos como los últimos estudios serios llegan justo a la conclusión contraria: reducir la grasa en sangre, ya sea por la dieta o por el uso de estatinas, aumenta la mortalidad, ¿son esos estudios recientes o quizá han sido acallados por algún tipo de interés inconfesable?, todos los datos en "La comunidad médica reconoce su error"
El otro es una libro electrónico de L. Jiménez, en el hace un análisis exhaustivo de una gran cantidad de estudios médicos a lo largo del tiempo para "atreverse" a sacar sus propias conclusiones. Yo lo leí hace unos años y ya se merendaba esta teoría de las dietas bajas en grasas y otras "verdades" médicas incontestables con los datos en la mano.
En el libro nos cuenta cosas interesantes como por ejemplo: por qué contar calorías para adelgazar es otra de esas falacias que se han demostrado ineficaces; por qué resulta más efectivo para el control del colesterol limitar el consumo de azúcar y carbohidratos refinados; por qué un desajuste metabólico que nos provocamos con nuestros hábitos alimenticios, que se llama resistencia a la insulina, es lo que realmente hace que engordemos y nos transforma en comedores compulsivos.
Como veis hay tela que cortar, el libro se llama,“Lo que dice la ciencia sobre dietas, alimentación y salud”
que yo sepa solo se encuentra en formato kindle y os dejo el enlace por si os he animado a leerlo con mi parrafada.
Comer cereales integrales: mejor para el colesterol
Entonces, ¿nos podemos poner morados a todos esos alimentos hasta ahora prohibidos?, pues probablemente no, generalmente en este hábitat nuestro todos los alimentos grasientos se asocian con un tipo de comida potencialmente maligna, me refiero a platos ultra elaborados, con grandes cantidades de azúcar o de carbohidratos refinados de absorción rápida.
Creo que a fecha de hoy el consejo saludable del día es: consume grasas naturales de origen vegetal o animal sin miedo pero controla mucho el azúcar y las harinas refinadas. No os neguéis un huevo frito pero ojo con los donuts, comed sin remordimiento la "pringá" del cocido pero alejaos de las pizzas industriales.
De ahí la importancia de cocinar en casa, de consumir productos frescos y tomarse la molestia de pasar un rato leyendo este blog y sus deliciosas recetas para que nos animemos a cocinar más y mejor
Tras este breve consejo publicitario, en vista de que he agotado el espacio y sin que sirva de precedente, hoy no hay receta. Lo siento pero este tema me apasiona y no voy a dejar pasar la ocasión sin haceros partícipes de esta nueva era nutricional que se nos avecina.
A la luz de los últimos hallazgos y tras el exhaustivo análisis de los estudios hechos alrededor del orbe en los último años los científicos serios nos dicen, sin temor a equivocarse, que:
-Las grasas naturales vegetales o animales no son malas, su supresión de la dieta no ayuda a adelgazar ni elimina el riesgo cardiovascular.
-Alejense de las grasas desnaturalizadas, las hidrogenadas o las oxidadas en procesos industriales dudosos.
-Reduzcan el consumo de azúcar y productos de bollería industrial o bebidas azucaradas. 25 gr. al día sería una dosis correcta según la OMS. Para que os hagáis una idea en España aumentamos por 4 esa cantidad, unos 112 gr. de media sería el dato.
-Limiten el consumo de harinas refinadas, deberíamos intentar aumentar la presencia de cereales integrales, no por la fibra sino para evitar el problema metabólico de resistencia a la insulina.
El último consejo saludable para el año que empieza: cocina, no seas gallina. Si cocinas comes mejor, y tu salud te los agradecerá. Vete al mercado y compra productos frescos, olvidate de los precocinados y dale vida a la vitro. Nunca tenemos tiempo para nada, pero hay que buscar un hueco para las cosas importantes, y ésta es una de ellas.
Con esto acabo por hoy, ya sabéis si os ha gustado os agradezco los comentarios, los "likes" y que seáis generosos: compartelo con tu hermano, con un amigo, con tu vecina, con quien tu quieras. Hasta la próxima.
The post El secreto de las grasas saturadas appeared first on Cocina, gallina.