Desde que probé esta masa de empanada ha pasado a ser la favorita en casa. Se prepara en el momento como su nombre indica, sin necesidad de levados y quedan unas empanadas espectaculares. Suelo utilizarla para preparar empanadas con todo tipo de rellenos: de acelgas, de atún, pisto...incluso sirve para preparar empanadas dulces.
Aquí en El Bierzo la empanada es muy típica y he preparado muchas con esta masa para varios eventos familiares y a todos les ha encantado.
Es una masa muy fácil de manejar, con un tacto parecido a la plastilina. No se pega nada a las manos ni a las superficies. Y es peculiar el hojaldrado que coge en el horno, pero quedando a su vez consistente. Para mi fue todo un descubrimiento encontrarla, ya no hago otra. De hecho, he llegado a utilizarla para preparar quichés, empanadillas fritas y horneadas y orejas de carnaval y siempre queda perfecta, ¡vale para todo!
No dejéis de probarla, ¡os encantará!
Ingredientes:
650 gr de harina para todo uso
130 ml de leche
130 ml de vino blanco
130 ml de aceite de girasol u oliva o aceite del guiso de la empanada
1 huevo batido
1 cucharadita de sal
1 cucharatita de pimentón dulce (opcional)
Preparación:
Empezamos poniendo la harina en un bol amplio o en la encimera y hacemos un hueco en el centro como si fuera un volcán.
Añadimos los ingredientes líquidos, la sal y el pimentón (el pimentón es opcional, se añade si le queremos dar un toque de color y sabor a la masa) y empezamos a integrar la harina con ayuda de una cuchara de madera.
Cuando veamos que se nos hace difícil seguir removiendo con la cuchara empezamos a amasar con las manos.
Si estábamos trabajando en un bol pasamos la masa a la encimera y la amasamos unos minutos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Si no os quedase elástica podéis añadir un poquito más de leche, no todas las harinas absorben la misma cantidad de líquido y a veces podría pasar.
Para preparar la empanada dividimos la masa en dos partes y las estiramos sobre dos papeles de horno o silpat, uno para la base y otra para la tapa de la empanada. Hay que estirarla dejándola bien fina, de un grosor de unos 3 mm. Veréis que fácil se estira, es una masa muy resistente y a la vez muy elástica.
Sobre la base ponemos el relleno que hayamos elegido y cubrimos con la tapa de la empanada. Cerramos presionando por los bordes una masa contra otra y con ayuda de los dedos formamos el cordón de la empanada.
Abrimos un agujero en el centro para que haga efecto chimenea y la empanada no se hinche en el horno. Decoramos la empanada a nuestro gusto, con los recortes de masa que nos hayan sobrado.
Pintamos la empanada con huevo batido con una pizca de sal y la picamos con la punta de un cuchillo o un tenedor por toda la superficie.
Llevamos al horno precalentado a 200ºC durante 40 minutos.
Sacamos, dejamos templar o enfriar y... ¡a disfrutar!