Con el paso de las semanas me he dado cuenta de que inconscientemente estaba haciendo cosas por pura rutina en el blog. Una vez a la semana una sopa o crema, otra pescado, otra carne, verduras, aperitivo y postre, y no se porqué lo hago. Y si hago dos veces pescado me sorprendo pensando que si ya he publicado pescado esa semana, no debo repetir otro plato de pescado... pero, porqué no? La forma en que nos organizamos la vida es rara de narices, te descuidas un poco y hala! te has creado una especie de rutina que luego te fastidia mucho romper, por lo menos a mi, y desde luego no quiero que ésto sea aburrido y demasiado previsible.
Pues nada, que a partir de ahora, no hay nada fijo. Y para empezar, algo dulce un miércoles.
Son unas empanadillas clásicas, rellenas de requesón que le gustan a todo el mundo (a todo el mundo que le guste el requesón) y que están muy ricas.
Vamos allá:
Ingredientes:
- 200 gr. de requesón
- 4 cucharadas de azúcar
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharadita de ralladura de limón
- 1 paquete de obleas de empanadillas
- 1 huevo
- azúcar glass
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200ºC.
En un bol mezclamos el requesón con el azúcar, la canela y la ralladura de limón.
Rellenamos las empanadillas, humedecemos los bordes con agua y las cerramos con un tenedor, como toda la vida.
Las ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal y las pintamos con el huevo batido.
Las metemos al horno durante 20 minutos hasta que estén doraditas y bien hechas.
Espolvoreamos con azúcar glass y listo!
¡Hasta mañana!