¡¡ A falta de pan, buenas son tortas !!
Como suele ser habitual en mi, y no es cuestión de edad sino de cultura popular y costumbre familiar, suelo ser muy refranera, por lo que instintivamente dije ésa famosa frase al abrir el congelador y comprobar que no me quedaban las suficientes obleas especiales para hacer wonton, ésas deliciosas "empanadillas" chinas que tanto gustan en casa.
Pensé en ése momento "De donde no hay, no se puede sacar" pero recordé y miré en el frigorífico y ví que tenía el paquete intacto de las que suelo usar para hacer las clásicas empanadillas de toda la vida; respiré aliviada "Dios aprieta pero no ahoga", pero debo recordar que "el que guarda, siempre tiene" y ya que no tenía las suyas, debía de usar la de las empanadillas, ya se sabe "el hambre aguza el ingenio".
¿Me servirán?....me iba y venia la idea? "a un clavo ardiendo se agarra el que se está hundiendo"; y me "quemé", las cogí pensando en ello.
Pero quién sabe, igual me salía un "churro" porque no hay que olvidar también que "el hambre es muy mala consejera". Pero debía intentarlo, tenía que probar si salía medio bien "haciendo y deshaciendo se va aprendiendo".
Pobre de mi?."el que no se consuela, es porque no quiere".
Mi madre me diría "quien no se embarca, no se moja el culo"?en plan fino: "Quien no se aventura, no pasa la mar". Pero bueno, "más sabe el diablo por viejo que por diablo", pensé: igual no me quedan nada mal, por lo menos comestible; de todas formas, si me salen regular "a buen hambre, no hay pan duro", así que mis comensales igual les hincan el diente y casi no lo notan. Y si no les gusta?.pués "lentejas, si no las comes las dejas", así las haré "a todo se acostumbra uno, menos a no comer", aparte que como bien dice el dicho: "a gusto de los cocineros comen los frailes".
Reconozco que es imprescindible para una receta china sus propias obleas y el hecho de reemplazarlas por las de las empanadillas, no deja de ser un tanto extraño, no es que sean mejores, ni peores, son diferentes; hoy el refrán no me viene a cuento lo de "a falta de algo, bueno es algo mejor"?"al pan pan y al vino vino", pero en mi cocina "a grandes males, grandes remedios".
Hay que reconocer que cuando hay falta de recursos la mente se agudiza para salir del paso, por lo menos a mi me suele ocurrir.
Y como "el saber no ocupa lugar" les cuento, aunque lógicamente sabrán que los refranes son frases populares que expresan consejos, pensamientos, opiniones e ideas, que generalmente suelen estructurarse en verso o con cierta rima para que sean fáciles de recordar, ¿Saben que en nuestra lengua castellana existen casi cien mil refranes registrados?
Los refranes es uno de los grandes valores aportados por el pueblo a través de los siglos; frases que tenemos en cuenta en nuestra vida cotidiana, que nunca faltan y es una parte esencial que ilustra las conversaciones en cualquier momento del día.
Así, que mi primer refrán me vino al dedillo, "la ocasión la pintan calva" para hacer la introducción de ésta receta que creí que no lograría hacer, pero "el que la sigue, la consigue" y aunque "cada maestrillo tiene su librillo", para prepararla seguí los pasos de uno de mis libros de recetas orientales; ya saben quienes me visitan que no soy cocinera, en realidad en cuanto a gastronomía se refiere me considero "aprendiz de todo y oficinal de nada".
En ésta ocasión la rellené de pollo, que aunque no vuelan es un ave, aquí no me vale el refrán, pero me resisto a no decirlo: "ave que vuela, a la cazuela".
Me puse manos a la obra, a ir preparando "wonton", ya se sabe: "coser y cantar, todo es empezar", con tranquilidad, algo poco habitual en mi, que me llamaban "Maribulla" de puro nervio y carreras; ya se sabe "vísteme despacio que tengo prisa" y como "el que algo quiere, algo le cuesta", tenía que echarle paciencia y calma.
En ello estaba, cuando vuelta al congelador veo algo que no ví cuando ya estaba todo hecho..¡¡ a buenas horas, mangas verdes !! , había un paquete de obleas de wonton medio escondido; qué le vamos a hacer "a lo hecho, pecho".
Menos mal que no salieron muy mal del todo, ricas, originales, sabrosas?.no quedó ni una..y aquí no me vino bien el famoso refrán"el que parte y reparte, se queda con la mejor parte", sólo probé una, las demás volaron ¿ O es que "a buen hambre, no hay pan duro"?.?.o será que la cocina oriental gusta a todos en Mi cocina: "Dios los cria y ellos se juntan"
Dice el viejo refrán: "Antes de hacer nada, consúltalo con la almohada" Mi consejo: no lo duden, pruébenla, no lo piensen, les animo a que las hagan, les encantará?aunque no sean partidarios de la cocina china, recuerden "En la variedad está el gusto"
¿Cómo las hice?
Ingredientes:
Una pechuga de pollo (puede servir cualquier parte del pollo, no necesariamente la pechuga), un paquete de obleas de empanadillas (se pueden encontrar en cualquier supermercado), una cebolleta (o cebolla blanca dulce), una cucharada pequeña de jengibre en polvo, una cucharada sopera de salsa de soja, una cucharada pequeña de azúcar moreno, una cucharada sopera de aceite de sésamo y aceite para freir (suelo hacerlo en freidora, aunque también las pueden hornear siguiendo las instrucciones del fabricante de las empanadillas). Para acompañar: salsa agridulce (que lógicamente hoy en dia pueden comprarla en cualquier supermercado).
Los pasos a seguir:
Picar el pollo y la cebolleta en trozos pequeños (lo más fino posible).
En un cuenco mezclar la carne de pollo con la cebolleta, el azúcar, jengibre, aceite de sésamo y la soja, remover bien de forma que queden totalmente integrados todos los ingredientes.
Dejar macerar mientras:
Separar las obleas y colocarlas en una superficie plana.
Con una cuchara colocar en el centro de cada una de ellas una porción de la mezcla del relleno.
Cerrar las empanadillas, mojando los bordes con un poco de agua untada con los dedos dándoles la forma que prefieran.
Una vez todas rellenas, freírlas en abundante aceite muy caliente. Colocándolas sobre papel de cocina a fin de que "suelten" el posible exceso de aceite.
Servir con salsa agridulce?.
Aunque dice el refrán "El solo olor de un buen frito, no nos sacia el apetito" quedarán satisfechos con éste crujiente aperitivo.
"A buen bocado, buen provecho."