Esta ensalada me gusta como acompañamiento al plato principal, me encanta como guarnición con carne, me cautiva como aperitivo antes de una comida, me apetece como un tentempié a media tarde. La ensalada Caprese es una combinación mágica y perfecta de sabores, texturas y frescura: tomates maduros, queso mozzarella fresco, albahaca y algún tipo aderezo de aceite de oliva o balsámico … o ambos. ¡Es la época!
A mi me gusta preparada con una reducción balsámica simple, que da como resultado una presentación bonita y un sabor magnífico.
Pongámonos a preparar la ensalada:
Ingredientes:
Mozzarella
Tomates
Albahaca fresca
aceite de oliva, sal
y la reducción balsámica
Opcionalmente, podéis añadir pimienta recién molida y aceitunas negras.
Preparación:
Empezad por preparar la reducción balsámica. Una reducción de vinagre balsámico es una versión concentrada y espesa del vinagre balsámico que se hace mediante la cocción del vinagre hasta que se haya reducido. El sabor de la reducción es más intenso y tiene un toque de dulzor.
Preparación reducción balsámica:
Poned el vinagre balsámico en un cazo o cacerola pequeña y cocinad a fuego medio hasta que el vinagre se haya reducido al menos por la mitad (tardará unos 30 minutos para una cantidad de aproximadamente 500 ml de vinagre que quedará reducido a unos 250 ml). Para una reducción balsámica concentrada, pero todavía líquida, cocinadlo hasta este punto. Para una salsa más espesa cocinadlo hasta que se reduzca todo a unos 125 ml (o sea un cuarto del volumen original).
Cuando la reducción de vinagre balsámico tenga el espesor y la concentración que os guste, retiradlo del fuego y dejad que se enfríe. Guardad la reducción o salsa balsámica en un recipiente con tapa o en una botella y úsadla según os apetezca.
Ahora cortad los tomates en rodajas, así como la mozzarella. Cortad las hojitas de la albahaca.
En un plato poned, alternándolas, una rodaja de tomate y una de queso. Entre las dos alguna hoja de albahaca. Cuando lo tengáis añadid un poco de sal y aceite al conjunto. Y por último regadlo ligeramente con la reducción balsámica.
Belleza total. No hay nada como ese hermoso brillo oscuro. Es un gran contraste con el rojo, el verde y el blanco. Ahora notaréis que en la mozzarella húmeda la reducción balsámica comienza a filtrarse y adoptar un efecto acuarela.