En mi cocina hay un grupo de vegetales que considero básicos y obligatorios en mi lista de la compra, generalmente son aquellos que puedo consumir durante todo el año gracias a su disponibilidad y bajo coste. Ahora que lo pienso, casi siempre estoy usando los ingredientes de esta receta en una gran variedad de comidas. Y por lo menos 3 veces al mes hago una rica ensalada de repollo con zanahoria, cebolla y tomate; yo diría que ésta es una de las preparaciones imprescindibles de mi cocina.
La última vez que estuve en Colombia me quedé asombrada con lo caras que estaban la mayoría de las verduras en mi país, hice cuentas y resulta más barato comer carne con arroz que prepararte una buena ensalada. Un importante porcentaje del salario de los colombianos se va en la lista del mercado, muchas personas tienen que dejar de lado un gran número de vegetales frescos, necesarios dentro de una alimentación equilibrada, y optan por adquirir alimentos más económicos, que suelen ser energéticos y saciantes, pero de menor valor nutricional. Por lo menos tanto aquí como allí los ingredientes de esta receta no acostumbran a tener precios prohibitivos, así que sin gastar mucho es posible disfrutar de una ensalada completa, sana y deliciosa.
Como podrán ver más adelante en la preparación, he pasado el repollo por agua hirviendo para que no quedara tan duro y fibroso, la idea no es recocerlo, se trata solamente de suavizarlo ligeramente sin que pierda su textura crujiente. Además, he puesto a cocer la zanahoria por pocos minutos para evitar que se oxide o se oscurezca después de rallarla; no obstante, si la ensalada se va a comer tan pronto como se prepare, no hace falta cocerla. El zumo de limón también ayuda a prevenir la oxidación, aunque al adicionarlo con antelación provoca que los vegetales pierdan agua y no estén tan crujientes. Por eso prefiero cocer brevemente la zanahoria antes de rallarla y agregar el aliño de aceite y limón al momento de servir.
Últimamente me gusta pochar la cebolla roja con aceite y limón cuando la encuentro muy fuerte o picante y la quiero incluir en alguna ensalada, hoy me apetecía más disfrutar de la dulzura que desprende al cocinarse que de su potente sabor en crudo. Pero ya saben que esto es al gusto del consumidor, si la prefieren cruda, pues adelante. Recuerden que me pueden encontrar en facebook. Los invito a visitar mi blog --> Los Antojos de Clara
Ingredientes para 4-6 personas:
1 zanahoria grande
250 gramos de repollo o col lisa
1 tomate grande y hermoso
1 cebolla roja mediana
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de zumo de limón
Sal y pimienta
4 ramitas de cilantro
Preparación:
En una olla mediana ponemos a calentar 4 tazas de agua a fuego alto. Mientras tanto, lavamos muy bien la zanahoria, quitamos cualquier resto de tierra que pueda tener en la cáscara, y cortamos finamente el repollo. Cuando el agua esté hirviendo, agregamos la zanahoria y la dejamos cocer durante 4 minutos (si son zanahorias medianas o pequeñas, con 3 o 2 minutos será suficiente). ¡Ojo!, no se pasen con la cocción, la zanahoria no tiene que quedar blanda, nos interesa que esté dura y crujiente. Sacamos la zanahoria el agua y la ponemos a enfriar en un plato. En esa misma agua escaldamos el tomate por 1 minuto para quitarle la piel con facilidad. Seguidamente, agregamos el repollo en el agua hirviendo, lo cocemos por 1 o 2 minutos y lo escurrimos en colador.
Cortamos la cebolla en rodajas. Adicionamos una cucharada de aceite de oliva y una de zumo de limón en un cazo pequeño, incorporamos la cebolla y sazonamos con una pizca de sal. Pochamos o rehogamos la cebolla a fuego bajo sin dejar de remover hasta que las rodajas se tornen suaves y adquieran un color más vivo (3 o 4 minutos son suficientes para suavizarlas).
Una vez que la zanahoria se ha enfriado, la pelamos y la rallamos. Le quitamos la piel a el tomate y lo cortamos gajos. Lavamos las ramitas de cilantro, las secamos con papel absorbente, picamos finamente los tallos y dejamos las hojitas enteras. Disponemos los vegetales en una plato amplio o en una ensaladera grande sin mezclarlas (así queda más bonita). Hacemos el aliño de la ensalada mezclando 3 cucharadas de aceite de oliva con una cucharada de zumo de limón, salpimentamos al gusto y removemos. Si desean tomar la ensalada fresquita, consérvenla en refrigeración por una hora y la aderezan al momento de servir. Yo la he tomado templada, no me apetecía fría con este tiempo.
Ahora sólo nos queda disfrutar!!!
Hasta pronto!!