La verdad que esta ensalada, con un primer plato un poco más contundente, te soluciona una comida perfectamente. Para ahora, con el fresquito, se agradece tomarla templada porque apetece muchísimo más.
Como siempre aconsejo, mejor hacerla en el momento porque no se tarda nada en preparar y gana, no sólo porque las hojas de lechuga estén bien frescas, sino también porque los frutos secos se mantienen crujientes y el queso caliente se deshace perfectamente.
Las setas, a nuestra elección, a la plancha, siempre son un acierto, solamente con media cebolla bien picada, y ajo y perejil picados. Las hacemos a fuego fuerte sin problemas.
Montamos el plato: en el fondo, crema de vinagre balsámico, encima las hojas de lechuga variadas, los frutos secos que tengamos, las setas recién sacadas de la plancha, y por último, una rodaja de queso de cabra que doraremos con un soplete de cocina. Aceite de oliva al gusto y sal
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