A los que somos queseros nos encantan estos manjares blancos italianos como la mozzarella (si es de búfala mejor) y la burrata.
Como es un queso con un fuerte sabor a leche y muy fresco, debe consumirse a la mayor brevedad posible y tampoco necesita mucho acompañamiento.
Yo sólo he elegido diferentes variedades de tomates pequeños o cherry, albahaca fresca, una pizca de sal negra y un buen aceite de oliva virgen extra.
Para 2-3 personas:
1 burrata pequeña (250 g) o 1 mozarella fresca del mismo tamaño
1 manojo de albahaca fresca
300 g de tomates cherry variados
aceitunas variedad arbequina (u otras de vuestro gusto)
sal en escamas
AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
Se lavan los tomates cherry, se secan y se cortan en cuatro. Se lava y seca la albahaca.
Se escurre la burrata de su agua de conservación y las aceitunas igual.
Se emplata, poniendo la burrata en el centro, los tomatitos cortados, las hojas de albahaca y las aceitunas. Se aliña la ensalada con escamas de sal y un chorrito de aceite de oliva.