Hoy cocinaremos espinacas con bechamel y jamón, una deliciosa receta de verduras, de las que gustan a todos, un plato fácil y rápido, perfecto para los menús de la semana.
Al añadirle jamón, queso y bechamel a la verdura, conseguimos que este sea un plato muy completo y lo haremos más atractivo para los niños, así que tendremos una receta llena de vitaminas y nutrientes ideal para toda la familia. ¡Vamos a prepararla!
Receta de espinacas con bechamel y jamón: los ingredientes
500 gr de espinacas en hojas
2 ó 3 dientes de ajo
60 gr de jamón en daditos
3 cucharadas de harina
400 ml de leche
queso rallado al gusto
sal
aceite de oliva
pan tostado (opcional)
Receta de espinacas con bechamel y jamón: como se hacen
1Lavamos muy bien las hojas de espinacas, eliminado todos los restos de tierra que puedan tener y dejándolas bien escurridas.
2
En una cazuela o sartén un poco alta, ponemos a calentar un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando haya cogido temperatura echamos en ella los ajos troceados, y cuando vayan a empezar a tostarse incorporamos las espinacas, en principio solo la mitad para que entren bien en la cazuela. Moveremos y dejaremos unos minutos al fuego, hasta que hayan perdido volumen y podamos incorporar el resto de las espinacas que quedan. Las saltearemos todas juntas, a fuego suave, hasta que estén tiernas, hayan eliminado todo el agua y tenga un color verde intenso.
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Añadiremos ahora el jamón a la cazuela y lo cocinaremos también unos minutos, hasta que haya cambiado de color. Retiraremos a los bordes las espinacas con el jamón, dejando un hueco en el centro de la cazuela, en el que incorporaremos la harina. Moveremos con la ayuda de una cuchara de madera y, sin que llegue a tostarse, la dejaremos que se haga un poco para que luego no quede el sabor a crudo.
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Iremos añadiendo la leche, mejor que esté caliente e incorporarla de dos o tres veces, removiendo continuamente para que se vaya absorbiendo y no se formen grumos. Cuando tengamos toda la leche incorporada, aliñaremos con sal a nuestro gusto y dejaremos al fuego hasta que la bechamel coja el espesor deseado. Lo mejor es dejarla cremosa, y no muy consistente, luego en el horno cogerá siempre algo más de consistencia.
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Pasaremos las espinacas con bechamel a un recipiente apto para horno y cubriremos con una capa de queso rallado. Metemos al horno, función gratinador, hasta que la superficie esté dorada a nuesro gusto. Servimos enseguida las espinacas con bechamel, quedarán muy ricas acompañadas de unos panecillos tostados.