Presentando tus comidas, de forma individual, en cazuelas quedan muy bonitas y elegantes. Sin duda es una gran idea para triunfar ante tus invitados por lo que también te recomiendo las cazuelas de berenjena gratinadas, las cazuelas de pescado y las cazuelas de fideos con gambas al ajillo.
El proceso de elaboración de las cazuelas de jamón y bechamel carece de dificultad pero, como en todas las recetas de cocina, la calidad de los ingredientes juega un papel fundamental si tu objetivo es conseguir un bocado insuperable. Comienza seleccionando un buen jamón, ya que su sabor será la estrella de este plato. Puedes optar por jamón serrano o ibérico, dependiendo de tus preferencias y disponibilidad.
Hacer esta comida casera es una labor muy sencilla y además no te volverás loc@ a la hora de encontrar los ingredientes, son tan comunes que estoy casi segura de que los tienes en tu nevera. De no ser así los puedes adquirir en todos los supermercados sin ningún problema.
A continuación te presentaré el paso a paso pero antes permíteme una sugerencia para impedir que las cazuelas de jamón queden saladas en exceso. Dado que el jamón es salado pon la sal al final de la preparación.
Vamos a la cocina, empezamos ahora mismo.
CAZUELAS DE JAMÓN Y BACON CON BECHAMEL Y MOZZARELLA
INGREDIENTES:200g de jamón serrano o ibérico
150g de bacon ahumado
225g de cebolla
3 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
140g de harina
1350ml de leche
60g de queso mozzarella rallado (para el relleno)
100g de queso mozzarella rallado (para gratinar)
Pan rallado (para gratinar)
PREPARACIÓN:
Pelar y picar finamente la cebolla.
Cortar en dados el jamón y el bacon.
Sofreír la cebolla en el aceite caliente hasta que tome color.
Añadir el bacon y dorar hasta que esté crujiente.
Agregar el jamón y saltear un par de minutos.
Echar la harina y tostarla 1 o 2′.
Incorporar la leche poco a poco y removiendo para evitar que se pegue a la cazuela. Poner a punto de sal y cocinar la bechamel durante 10′.
Retirar del calor, agregar 60g de mozzarella y remover hasta que se funda totalmente.
Repartir la preparación en cazuelas individuales aptas para el calor.
Cubrir la superficie con queso mozzarella y espolvorear con pan rallado al gusto.
Gratinar y servir.
La magia de estas riquísimas cazuelas de jamón reside en la simplicidad de sus ingredientes, atrévete a disfrutar de esta fusión irresistible de sabores que seguramente se convertirá en un clásico en tu repertorio culinario.
A mi me gusta mucho servir este plato individualmente pero si lo prefieres tú puedes servirlo en un recipiente grande, apto para horno, y que cada comensal se sirva a su gusto. Si eliges la segunda opción ahorrarás tiempo ya que a la hora de fregar tendrás menos recipientes sucios. Sea como sea la presentación te aseguro que desaparecerá en cuanto lo pongas sobre la mesa, no dejarán rastro de él porque está para chuparse los dedos.
También te gustará el pastel salado de jamón serrano y puerro y el arroz salteado con lomo y bacon ahumado.
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