Un bizcocho es el dulce más socorrido que existe, ya que casi siempre tenemos los ingredientes básicos de éste en casa, y luego podemos añadir otros según tengamos en la despensa. Además en poco más de una hora lo tendremos listo, sólo esperando a que se enfríe y disfrutar de él con un café o te. Podéis ver todos los bizcochos que tengo publicados en el blog en este enlace.
En esta ocasión he preparado la receta de Bake Street añadiendo arándanos a la receta.
INGREDIENTES:
250 gr. de harina
40 gr. de almendras molidas
225 gr. de azúcar
3 huevos medianos
125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr. de leche entera
2 cucharaditas de levadura química
Ralladura de limón
Una pizca de sal
50 gr. de frambuesas
50 gr. de arándanos
Para el glaseado de limón:
90 gr. de azúcar glass
35 ml. de zumo de limón
Para decorar:
Frambuesas
Arándanos
Unas hojas de menta o hierbabuena
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos un molde rectangular, el mío de cristal. Tamizamos la harina, la sal y la levadura, añadimos la almendra molida y reservamos. Mientras, batimos la mantequilla junto con el azúcar y la ralladura de limón hasta conseguir una mezcla cremosa. Entonces añadimos los huevos, uno a uno. Seguimos batiendo y vamos alternando la mezcla de harina con la leche hasta completar. Una vez todo integrado vertemos un tercio de la mezcla y disponemos la mitad de la frambuesas y arándanos lavados, añadimos más masa del bizcocho y de nuevo añadimos frambuesas y arándanos, tapamos con el resto de masa y llevamos al horno durante una hora y diez más o menos.
Para comprobar que el bizcocho está hecho introduciremos una brocheta y si ésta sale limpia ya estará. Sacamos del horno y dejamos diez minutos más en el molde. Después desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla. Una vez frío preparamos el glaseado, para ello batimos el zumo de limón junto con el azúcar glass tamizado y batimos durante unos minutos, si queréis que quede más espeso podéis añadir más azúcar. Vertemos sobre el bizcocho y decoramos con las frambuesas y los arándanos en ese momento, para que el glaseado haga de pegamento. Decoramos con unas hojas de menta o hierbabuena.
Ya sabéis lo bien que van los frutos rojos con el limón, un matrimonio perfecto, que os hará repetir más de un trozo de este delicioso bizcocho con el que empezamos la semana.